El geólogo de la Universidad de Granada Jesús M. Ibáñez presentó ayer en la Conferencia Internacional Ciudades sobre Volcanes CoV6-Tenerife 2010, en el Puerto de la Cruz, las conclusiones de un estudio sobre la propagación de ondas sísmicas a través del subsuelo de Tenerife que indica que la probabilidad de erupción es mayor en la periferia que en la zona central de la Isla.

Ibáñez relató a EL DÍA que a través de las diferentes velocidades de propagación de las ondas sísmicas a través del subsuelo se puede obtener "una imagen aproximada de la estructura interna de Tenerife y su relación con los fenómenos volcánicos".

"De la interpretación de los datos obtenidos sacamos como conclusión que la parte central de Tenerife está más consolidada. Hablamos de la zona de Las Cañadas, el Teide y Pico Viejo, un núcleo central donde, al menos en los primeros diez kilómetros de profundidad, no hay evidencia de actividad importante", indicó.

"Sin embargo -subraya Ibáñez-, en el borde exterior de la Isla encontramos material más fragmentado y esa fragmentación hace que sea más probable que se produzca una erupción volcánica en la periferia antes que en la zona central".

A pesar de estas conclusiones, el investigador de la Universidad de Granada quiere ser prudente: "Tampoco sabemos si el Teide puede entrar en erupción o no, ni siquiera si se producirá una erupción, simplemente determinamos en qué zona existen más probabilidades de que esto suceda".

Con estos datos, Ibáñez apuesta por mejorar la prevención, la investigación y la coordinación ante posibles riesgos volcánicos.

Respecto a la crisis de 2004, considera que tuvo su origen en una zona de fractura, "una especie de falla", que causó una mayor actividad sísmica y una alarma que "se activó de una forma muy lícita". Seis años después, sigue sin saberse "qué fue lo que disparó aquella crisis".

Ibáñez apuesta por potenciar la investigación de la actividad volcánica y la "educación sin miedo". Considera que el Instituto Vulcanológico de Canarias, que el Cabildo pondrá en marcha en junio en el antiguo hotel y casino Taoro del Puerto de la Cruz, será una herramienta "fundamental" para lograr estos objetivos. En su opinión, la clave está en "calmar a la población, pero sin dormirla".

La vulcanóloga lagunera Carmen Solana, de la Universidad de Portsmouth, en Reino Unido, también ofreció ayer una charla sobre las últimas erupciones que se han producido en la Isla de Tenerife en los últimos 300 años y las enseñanzas que estos fenómenos pueden aportar para experiencias futuras.

"Las erupciones históricas de Tenerife han incluido siempre la existencia de flujos de lava que salen al exterior -relató-, pero a unas velocidades no extremadamente rápidas. El caso en que la lava se desplazó con más velocidad es el de Garachico en 1706, que en las primeras 17 horas se movió a unos 400 metros por hora".

"Esa velocidad no se considera fuera de lo normal, por lo que, aunque la destrucción por donde pasa la lava es total, si se repiten los modelos históricos hay mucho tiempo de reaccionar. Es casi imposible que alguien fallezca por un flujo de lava de estas características", remarcó Solana.

En su opinión, el peor daño de una erupción podría ser el económico "por efecto de las cenizas y sus afecciones al tráfico aéreo y la agricultura". La sismicidad y los incendios forestales causados por las erupciones son otros riesgos importantes. Otro dato clave es que las erupciones históricas en Tenerife son relativamente cortas, "de entre 9 y 60 días, aunque tampoco existen demasiados ejemplos para analizar".

La mayor probabilidad de que la próxima erupción se produzca en la zona exterior de la Isla añade riesgo debido a la mayor concentración de población, así como por la cercanía del mar.

Solana indica que si una erupción entra en contacto con el agua, "bien del mar o de un acuífero", se incrementa la "explosividad y la generación de cenizas".

otros datos

"Habrá nuevas erupciones"

La investigadora Carmen Solana tiene claro que las Islas Canarias serán escenario de nuevas erupciones volcánicas en el futuro. "Me juego el cuello a que habrá una nueva erupción en los próximos cien años. Lo que no es fácil de determinar es si se producirá antes de cuatro años, diez o veinte", recalcó. A su juicio, "estas son islas volcánicas y hay que tener claro que sin los volcanes aquí no habría prácticamente nada". Esta científica considera que, si se tienen en cuenta las cronologías históricas, "y el pasado puede servir para representar el futuro, las próximas erupciones tocarían en las islas de Tenerife o La Palma".

En cualquier momento y lugar

Los investigadores de los fenómenos volcánicos tienen claro que un volcán puede surgir prácticamente en cualquier momento y lugar de una región volcánica. Carmen Solana señala que en los valles de La Orotava o Güímar hay ejemplos de conos surgidos en puntos aislados, como el caso del que alberga en la actualidad el portuense hotel Las Águilas. "Normalmente surgen alineados y en zonas más altas, pero estos casos del Valle orotavense son conos de entre el año 900 y el 1.000 que podrían volver a surgir en otros puntos así de bajos".

Hoy, día de excursiones

Los casi 700 expertos de todo el mundo que participan en CoV6-Tenerife 2010 podrán participar hoy en varias excursiones organizadas al Centro Coordinador de Emergencias del 112; al cono del Teide; a la caldera de Las Cañadas; al volcán de Cumbre Vieja, en La Palma, o al Parque Nacional de Timanfaya, en Lanzarote. Además, se han programado otras visitas más lúdicas a la ciudad de San Cristóbal de La Laguna, declarada Patrimonio de la Humanidad, y a una ruta del vino por bodegas y fincas de varios municipios norteños.

Mañana, nuevas conferencias

Las conferencias se reanudarán mañana en el Centro de Conferencias del Taoro con la participación, entre otros expertos, de Sonia Calvari, que disertará sobre la actividad eruptiva del volcán Stromboli, al Sur de Italia, y la experiencia de las erupciones de 2002, 2003 y 2007; Ysushi Aoyama, quien hablará sobre la gestión de la crisis de la erupción volcánica de Miyakejima en 2000; Marta Calvache, que narrará la experiencia colombiana en la gestión de crisis volcánicas, o Rusell Blong, quien aclarará dudas sobre los seguros y las erupciones volcánicas.

"Ni falsa seguridad ni alarmismo"

Carmen Solana , que impartió el pasado fin de semana una conferencia sobre la gestión de la comunicación durante crisis volcánicas, considera que la clave está en no crear entre la población "ni falsa seguridad ni alarmismo". En una crisis volcánica, cree fundamental el papel de los científicos encargados de interpretar las señales del volcán y de facilitar la información fidedigna; de los responsables políticos y técnicos de garantizar la protección de los ciudadanos, y de los medios de comunicación, que deben informar a la población. "Todo esto es una cadena, y si se rompe, puede ser un desastre", admite. En el caso de Canarias, Solana observa la debilidad de que falta experiencia reciente ante una erupción, por lo que apuesta por mejorar la educación y la coordinación entre los diferentes actores implicados. Para este fin, señala que los encuentros y simulacros son herramientas clave. Países como Italia o Nueva Zelanda serían, para Solana, buenos ejemplos a seguir en prevención y planes de seguridad volcánica. Respecto al papel de los medios de comunicación, Solana ve fundamental "el rigor, la ética y la responsabilidad". A su juicio, "hay que acudir a las fuentes mejor informadas, evitar la polémica vacía y no difundir mensajes alarmistas". Por ello, apuesta por "dar más credibilidad y protagonismo a la versión oficial, escuchando a todos, pero sin dar el mismo peso a los responsables de gestionar la crisis que a cualquiera que pretenda buscar protagonismo a costa de un fenómeno volcánico". También pide a la población "respeto y comprensión ante las alarmas fallidas", porque en el caso de los volcanes "no es posible predecir cuándo, cómo ni dónde. Sólo trabajamos con probabilidades para reducir riesgos".