Aunque muchos quedaron fuera de ordenación hace siete años y ni siquiera se enteraron, los vecinos de Las Chumberas que viven la incertidumbre sobre sus viviendas por la afección de aluminosis tienen motivos ahora para sentirse un poco más aliviados tras unos meses continuados de malas noticias. El nuevo Plan General de Ordenación que elabora el Ayuntamiento lagunero resolverá la figura de inmueble "legal fuera de ordenación" que afecta a 35 de los 42 bloques existentes, según confirmaron ayer a EL DÍA fuentes de la Gerencia de Urbanismo.

Para resolver una situación creada con la revisión del año 2000 del PGO vigente, los técnicos de Urbanismo han optado por cambiar la ordenación de esta urbanización y concebirla como parcela en su conjunto, y no cada edificio por separado. De esta manera, y según explicaron ayer fuentes de la Gerencia, existe más margen legal con las alturas permitidas y se resuelve la situación de 35 bloques que, por distintos motivos, quedaron fuera. De ellos, 17 lo hicieron por superar las cinco plantas permitidas, uno por afecciones de futuros viarios y el resto, por retranqueos. Hay otros dos que, por afectar a la autopista TF-5, no se pueden modificar y seguirán fuera de ordenación.

Esta catalogación de estos edificios suscitó polémica a finales de enero pasado, cuando el PSC local difundió el contenido de una carta dirigida a los bloques por el problema de aluminosis en la que se aludía a la situación de fuera de ordenación. Los socialistas consideraban lo sucedido como un "engaño y una ocultación a los vecinos muy grave", mientras que el gobierno local recordó que, en su momento, hubo un periodo de información pública y alegaciones.

Más allá de las repercusiones en sí de dicha catalogación, en línea con la polémica de Santa Cruz, el fuera de ordenación era especialmente sensible y clave en Las Chumberas porque, según subrayó la oposición local, con esa situación legal no se podía desarrollar la reposición de las casas por la que apuestan muchos vecinos afectados por la aluminosis, opción que defiende el Ministerio de la Vivienda. Con el cambio en el nuevo PGO, se resuelve un problema que había creado un lógico nerviosismo entre los afectados, que aún esperan concreción sobre cómo resolver la aluminosis.

Lo ocurrido con Las Chumberas en la revisión del PGO se dio también en otras urbanizaciones, como El Cardonal, Padre Anchieta y La Verdellada. El PSC sigue reclamando que se detalle el número de viviendas afectadas en cada caso y en el resto del municipio, así como que se resuelvan todos los fuera de ordenación dentro de la legalidad. A su juicio, muchos se decretaron sin difusión pública para poder crecer en otras zonas.

De momento, lo que sí ha hecho el gobierno local es aludir a las doce zonas afectadas por grandes infraestructuras futuras (vía exterior, de ronda, de cornisa, tranvía, tren...) que también dejan casas fuera de ordenación. Estas viviendas se sitúan, entre otros sitios, en El Centenero, Los Baldíos y Geneto, Matadero, El Ortigal, La Cruz Chica, Guamasa, Camino de La Villa, Camino Tornero (La Vega), Valle Colino, Calle Vinagre y en la parte alta de La Cuesta (desde El Rocío hasta antes del barranco), si bien en estas últimas zonas y en otras los trazados pueden variar y, con ello, los fuera de ordenación.

Además, el alcalde ha anunciado que se elaborará un catálogo para dejar dentro de ordenación unas 3.000 viviendas de suelo rústico, muchas creadas o ampliadas sin permiso, con la excepción de las que tengan abierto algún expediente de disciplina urbanística.

oTRAS CLAVES

2,5 millones de metros libres

El nuevo PGO incluye un total de 2,5 millones de metros cuadrados de espacio libre, cantidad que la edil de Urbanismo, Aymara Calero, considera muy destacable, si bien resulta difícil compararla con el PGO vigente por los cambios en las catalogaciones. Se trata de parcelas de 5.000 metros o superiores. Estas áreas pueden destinarse a plaza, parque, parque periurbano, zonas verdes de recreo, siempre en atención de las demandas vecinales, según CC. Eso sí, el borrador no especifica aún cuál será el destino concreto de cada uno, precisamente para que sean los ciudadanos los que lo decidan.