Un grupo de vecinos del barrio orotavense de La Perdoma batalla desde hace años para conseguir la retirada de varias antenas de telefonía móvil ubicadas en las azoteas de dos inmuebles particulares, "muy cerca de numerosas viviendas y del colegio público". En sólo tres días han conseguido reunir 500 firmas de residentes en La Orotava que exigen la retirada de estos repetidores "debido a la falta de garantías de que no produzcan daños en la salud de las personas".

Guzmán Hernández Álvarez, uno de los portavoces de este grupo de vecinos, indicó a EL DÍA que continuarán con su campaña de recogida de firmas hasta que obtengan "más de mil". Posteriormente, volverán a llenar sus viviendas con pancartas para exigir la retirada de estos dispositivos, organizarán charlas informativas y no descartan convocar una manifestación de protesta.

"Vivimos a escasos metros de un número indeterminado de antenas que carecen de licencia de instalación y que están parcialmente ocultas, sin embargo, el Ayuntamiento de La Orotava no ha movido ni un dedo para actuar contra unos dispositivos que están a menos de 100 metros de un colegio de Primaria y mucho más cerca de viviendas de personas que tienen derecho a que las administraciones públicas velen por su salud", lamenta Hernández.

"No hay pruebas irrefutables de que esas antenas de telefonía móvil causen daño a la salud, pero tampoco de lo contrario, así que simplemente reclamamos que se saquen de zonas pobladas y se aíslen, por si acaso. No podemos ser cobayas humanas. Es por un elemental principio de prudencia", subraya.

Estos vecinos demandan al ayuntamiento que regule la instalación de este tipo de antenas y evite el vacío legal que "permite que se instalen sin licencia y con nocturnidad en la azotea de cualquier vecino a cambio de una jugosa renta".

Estos vecinos afirman que en algunas de las viviendas más cercanas a las antenas se han dado casos de cáncer en varios miembros de la misma familia, "algunos de ellos niños". "No podemos decir que la causa sean las antenas, ¿pero alguien puede demostrar que no son dañinas?", se preguntan.