Los primeros esfuerzos por recuperar el contacto y revivir el laboratorio Phoenix Mars Lander tras el invierno marciano no han tenido éxito, reveló hoy un portavoz del Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL) de la NASA.

El intento por recuperar las comunicaciones con el vehículo se inició el lunes y se llevó a cabo a través de un enlace con la nave Mars Odyssey, cuyas órbitas pasaron por encima de donde se encuentra Phoenix, en el extremo norte del planeta.

"El orbitador no ha detectado ninguna señal del Phoenix Mars Lander durante los primeros dos días de esta semana para determinar si es posible reanudar las comunicaciones", declaró el portavoz del JPL.

Fuentes del JPL indicaron que se realizarán nuevos intentos de comunicación con Phoenix en los próximos dos días y que si resultan infructuosos se le dará irremediablemente por perdido.

"Con la mayor minuciosidad posible, hemos decidido llevar a cabo una sesión final en este momento del solsticio de verano (en Marte), cuando son ideales las condiciones termales y de energía para Phoenix", manifestó Chad Edwards, jefe de telecomunicaciones del Programa de Exploración de Marte en el JPL.

El Laboratorio de Propulsión a Chorro emprendió los esfuerzos pese a que en diciembre pasado la NASA había indicado que eran virtualmente nulas las posibilidades de recuperar las comunicaciones con el laboratorio que durante tres meses de operaciones confirmó la existencia de agua en Marte.

"Como se esperaba, la reducción de la luz solar (en el hemisferio norte del planeta) ha dejado al ''Phoenix'', que operaba con baterías solares, sin energía para mantenerlas cargadas", señaló el JPL en esa ocasión

Sin embargo, la NASA se complació por el hecho de que el laboratorio funcionó dos meses más de lo previsto y logró todos sus objetivos científicos.

"Phoenix" descendió sobre la superficie marciana el 25 de mayo del año pasado con el objetivo principal de confirmar la existencia de agua en el planeta mediante análisis hechos en el laboratorio que llevaba a bordo.

Pero, la llegada del invierno sobre el sector de descenso disminuyó la luz solar al punto de que las baterías no suministraban suficiente energía ni podían mantener la temperatura en sus sistemas.

El invierno marciano fue "un factor que contribuyó a la pérdida de comunicaciones y esperábamos que una variación del clima nos diera otra oportunidad de restablecer el contacto", señaló Chris Lewicki, científico de la misión "Phoenix" en el JPL.

Aunque con dificultades, la NASA todavía mantiene en operaciones a los vehículos exploradores "Spirit" y "Opportunity", los cuales descendieron sobre la superficie del planeta hace casi cuatro años.

Los científicos de la agencia espacial estadounidense dieron a esos vehículos solo tres meses de vida operativa útil, pero su trabajo en latitudes más bajas no ha sufrido los rigores del invierno marciano, como el "Phoenix".