Las medidas de ajuste presupuestario que está obligado a hacer el Gobierno de Canarias por la crisis económica no afectarán a las obras del anillo insular en Tenerife ni a la conclusión del complejo hospitalario en el sur de la isla.

Así lo aseguró hoy el presidente del Ejecutivo canario, Paulino Rivero, quien considera "prioritarias" estas dos actuaciones para el futuro desarrollo económico y social de la isla.

"Hay que sacrificar muchas cosas, pero no en el caso de estas dos obras", explicó.

El presidente canario anunció que el cierre del anillo insular, que une el norte y el sur de la isla mediante una autovía y vías rápidas, estará en funcionamiento en 2012 y estimó que tras tres años de trabajo "lo más complejo ya está hecho".

El presupuesto de esta obra era de 167 millones de euros financiados por el Estado, pero asciende a 190 millones por la ejecución de un túnel en la zona de Santiago del Teide.

Rivero aseguró que se ha respetado las demandas de los alcaldes del sur en cuanto al número de carriles, pues hay terreno disponible en determinados tramos.

Habrá dos carriles por cada sentido desde donde acaba la actual autovía en Adeje a Guía de Isora, y a partir de ahí hasta Santiago del Teide, se diseña una vía rápida de tres carriles.

El recorrido incluye igualmente diversos puntos de enlace y una conexión con el futuro puerto de Fonsalía, en la zona de Playa San Juan (Guia de Isora).

Rivero visitó los trabajos de la carretera insular junto al presidente del Cabildo de Tenerife, Ricardo Melchior, los alcaldes de Guía de Isora, Adeje y Santiago del Teide, Pedro Martín, José Miguel Rodríguez Fraga y Juan Damián Gorrín Ramos respectivamente.

También asistieron otros responsables públicos y varios técnicos, entre ellos el ingeniero de la obra Adolfo Hoyos.

Este ingeniero dijo que se ha respetado "en la medida de lo posible" los condicionantes ambientales que ha requerido la obra pues "podría tener una agresividad muy fuerte si no se trata con cuidado".

Hoyos afirmó que se han escuchado las peticiones de los alcaldes y de la ciudadanía para que la infraestructura "afecte lo menos posible al entorno".

Habló de túneles artificiales y de minimizar los ruidos con el tráfico futuro.

Son 30 kilómetros de carretera con 13 viaductos, seis grandes enlaces, tres túneles artificiales, pasos superiores e inferiores.

En enlace de Armeñime en su aspecto viario está prácticamente acabado, destacó el ingeniero.

Este enlace soportaba una gran cantidad de tráfico que se acumulaba en horas punta y llegó a ser uno de los puntos negros en accidentes de circulación.