Las comunidades autónomas de régimen común ingresan alrededor de 1.200 millones de euros por los tributos propios y recargos sobre impuestos estatales, de los que la mayor parte proceden del canon de agua o de saneamiento que aplican en sus respectivos territorios.

Así se desprende de un informe sobre tributación autonómica en 2010 realizado por el Ministerio de Economía y referido a las comunidades de régimen común -todas menos País Vasco y Navarra-, que recoge la recaudación en 2008 de cada uno de los impuestos propios.

En el estudio se recuerda que en la actualidad todas las autonomías de régimen común, excepto Castilla y León, tienen impuestos propios vigentes, y se señala que este año dos autonomías han creado un nuevo impuesto.

De este modo, Cantabria ha puesto en marcha uno que grava el depósito de residuos en vertedero y Galicia el canon eólico.

La relación de tributos propios y recargos es diferente en cada comunidad y oscila desde el máximo de seis de Murcia y Cataluña al único de Castilla-La Mancha.

También es muy dispar el concepto que grava cada comunidad en función de sus competencia para ello: desde las actividades que pueden dar lugar a la activación de planes de protección civil, al juego del bingo, los vertidos y residuos o la caza.

Pese a que el Ministerio no dispone de la recaudación de todos los impuestos -alguno ha empezado a ser exigible este mismo año-, sí ofrece cifras de la práctica totalidad, que arrojan una suma cercana a los 1.200 millones de euros, con los que se podrían construir unos 360 kilómetros de autovía.

Es Cataluña la que más ingresa en sus arcas por esos impuestos, con casi 400 millones de euros, de los que 321 corresponden al canon del agua, uno de los seis tributos propios de la comunidad, que también grava la deposición controlada de residuos municipales, la incineración o los residuos de la construcción.

Canarias es la segunda autonomía de régimen común con más recaudación a pesar de que sólo cuenta con dos impuestos: el especial sobre combustibles derivados del petróleo (252 millones de euros) y el canon de vertido (unos 240.000 euros).

Al archipiélago le sigue la Comunidad Valenciana, con 184 millones de euros ingresados por el canon de saneamiento y por el recargo sobre la tasa que grava los juegos de azar en casinos.

En cuarto lugar se coloca Extremadura, donde los impuestos sobre aprovechamientos cinegéticos, sobre instalaciones que incidan en el medio ambiente, sobre el suelo sin edificar y edificaciones ruinosas y sobre depósitos de las entidades de crédito generan unos ingresos de más de 70 millones de euros.

Madrid recauda alrededor de 55 millones por la tarifa de depuración de aguas residuales, el impuesto sobre la instalación de máquinas en establecimientos hoteleros, el depósito de residuos o el recargo sobre el Impuesto de Actividades Económicas (IAE).

Precisamente, Madrid es junto con Asturias, Cantabria, La Rioja y Murcia, una de las cinco comunidades que aplica recargo del IAE.

Alrededor de 50 millones ingresan Murcia y Baleares, especialmente por el canon de saneamiento; en torno a 40 millones Galicia, que desde enero de este año cobra un canon eólico; y más de 35 millones Aragón, que es la única que aplica un impuesto sobre el daño medioambiental causado por las grandes áreas de venta.

Una cifra similar recaudan las arcas autonómicas de Asturias, donde, al igual que en Andalucía, se aplica un impuesto sobre tierras y fincas infrautilizadas.

La recaudación de los tributos propios en Andalucía alcanza los 18 millones de euros, una cifra un poco inferior a los más de 19 millones que Castilla-La Mancha obtiene de su único impuesto: el que se aplica a determinadas actividades que inciden en el medio ambiente.

Cantabria, con 9,5 millones, y La Rioja, con 8,8 millones, cierran la lista en importe recaudado.