El proyecto de ley de prohibición del velo integral en todos los espacios públicos que prepara el Gobierno francés prevé una pena de hasta un año de cárcel y multa de 15.000 euros para quien lo imponga a una mujer, reveló hoy el diario "Le Figaro".

Por su parte, las mujeres que vayan cubiertas con el niqab o el burka podrán ser sancionadas con una multa máxima de 150 euros, según el esbozo del proyecto de ley publicado hoy por el periódico conservador.

Además, se contempla la posibilidad de imponerles a las infractoras un cursillo de ciudadanía "como pena alternativa o complementaria".

El texto consta de dos artículos principales, y es particularmente severo con aquel que imponga por "la violencia, la amenaza, el abuso de poder o de autoridad" el velo integral, lo que ilustra la voluntad del Ejecutivo conservador de justificar esta iniciativa legislativa por la defensa de la dignidad de la mujer, e intentar evacuar una polémica religiosa.

Se trata de que no aparezca que el proyecto legislativo, que debe aprobarse en Consejo de Ministros el próximo 18 de mayo para que pueda iniciar su tramitación parlamentaria en julio, es una operación para estigmatizar a los musulmanes.

Los redactores del texto han optado por la fórmula de que "nadie puede, en el espacio público, llevar una prenda destinada a disimular su rostro".

Uno de los principales escollos que tendrá que superar es su examen por el Consejo de Estado, que consultado con carácter preventivo había advertido el mes pasado que una prohibición general del velo integral podía encontrar serias dificultades legales.

La Unión por una Mayoría Popular (UMP), el partido del presidente, Nicolas Sarkozy, ha sido el que ha impulsado la idea de una ley sobre este asunto.

El principal grupo de la oposición, el Partido Socialista se había mostrado reticente a actuar por la vía legislativa -aunque es contrario al burka o el niqab en la calle-, y ahora espera el texto definitivo para decidir su voto.