El Diario Oficial de La Unión Europea ha publicado con fecha 1 de abril de 2010 la Resolución del Parlamento Europeo de 11 de marzo de 2009, sobre la aplicación de las orientaciones para las políticas de empleo de los Estados miembros (2008-2010).

A través de este documento, el Parlamento Europeo hace una valoración sobre la aplicación de tales orientaciones, considerando que la Estrategia europea para el empleo y las Directrices sobre el mismo constituyen los instrumentos principales en el marco de la Estrategia de Lisboa para abordar los retos del mercado laboral.

En cuanto a los aspectos generales señalados, de recuperación y orientación en materia de política de empleo se establecen distintos elementos a tener en cuenta. En primer lugar, se apunta al hecho de que los objetivos centrales de la política de empleo para la Unión y sus Estados miembros deben ser entre otros, preservar el mayor número posible de puestos de trabajo viables de la falta de demanda a corto plazo así como ayudar a la creación de empleo. En segundo lugar, se solicita a la Comisión que transmita una clara señal a los Estados de que las directrices para el empleo deben aplicarse en este espíritu, y que aborde el empleo como una cuestión prioritaria.

A este respecto, se acoge de manera satisfactoria la Comunicación de la Comisión sobre un Plan Europeo de Recuperación Económica, destacando la importancia de asegurar que toda medida a corto plazo adoptada por los Estados miembros para recuperar la economía contribuya a la consecución de los objetivos acordados en común.

En tercer lugar, se apunta como un dilema central de la crisis actual el hecho de que los instrumentos europeos de política económica no se hayan desarrollado aún de forma suficiente como para responder de forma exitosa a los retos del futuro.

La necesidad de reorientar las directrices integradas en el contexto de la recesión económica es subrayada también en esta Resolución, instando al Consejo a llegar a un acuerdo sobre el establecimiento de medidas a corto plazo para salvaguardar la tasa de empleo de 2008.

Además, se recuerda que la educación y la inversión coordinada de los Estados miembros en los cinco principales objetivos de Lisboa deben constituir un elemento clave en la política de empleo.

En lo referente a las Directrices para el empleo (2008-2010) se establece la necesidad urgente de una aplicación rigurosa, en la que los estados miembros deberán tener en cuenta las exigencias relacionadas con la promoción de un nivel de empleo elevado, con la garantía de una protección social adecuada, con la lucha contra la exclusión social y con un nivel elevado de educación, formación y protección de la salud humana.

Se reitera la importancia de utilizar el concepto de flexiseguridad, para crear un puente entre los empleos, subrayando que ello exige un elevado nivel de protección en los regímenes de seguridad social, así como políticas activas del mercado laboral.

Además se establece la necesidad de una acción coordinada en respuesta a la crisis económica. De esta forma, se subraya la importancia de la inversión proactiva y coordinada en todos los Estados miembros, también en infraestructuras productiva, educación y lucha contra el cambio climático, con el propósito de alcanzar el objetivo de elevar los niveles de empleo.

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