Adversarios del derrocado presidente kirguís, Kurmanbek Bakíev, le impidieron hoy celebrar un mitin en la ciudad de Osh, en el sur del país, y sus guardaespaldas tuvieron que abrirle paso disparando al aire.

En la plaza del Teatro Dramático, donde se habían congregado unos 500 partidarios del depuesto presidente, un grupo de opositores trató de acceder a la tribuna donde se encontraba Bakíev, informó la agencia rusa Interfax.

Los guardaespaldas de Bakíev dispararon tiros al aire y le acompañaron al teatro.

Posteriormente, un todoterreno se detuvo a la entrada del edifico para recogerle y mientras se alejaba del lugar, algunos de los que boicotearon el mitin lanzaron piedras contra el vehículo.

Después, los partidarios del nuevo gobierno de confianza popular rompieron la tribuna y echaron de la plaza a los seguidores de Bakíev.

En tanto, en la plaza central de Osh, unas 4.000 personas se congregaron para expresar su apoyo al gobierno provisional, encabezado por la nueva líder kirguís, Rosa Otunbáyeva.

Los congregados, entre los que había muchos estudiantes, portaban carteles con lemas de apoyo a las nuevas autoridades y con llamamientos a Bakíev a que renuncie.

Los partidarios del depuesto presidente trataron por su parte de boicotear este acto, en el que participaban representantes de la región de Osh.

Cinco autobuses con seguidores de Bakíev llegaron a la plaza y se dirigieron a la tribuna, coreando consignas a favor de su líder, al tiempo que trataban de quitarles las pancartas a sus oponentes.

Por otra parte, el gobierno provisional declaró que no entablará conversaciones directas con Bakíev, pero señaló que tiene canales de contacto con el presidente depuesto.

El jefe de la administración de Gobierno provisional, Edil Baisálov, aseguró que las nuevas autoridades del país no tienen intención de detener a Bakíev.

"De acuerdo con la legislación, no tenemos derecho de detenerlo o arrestarlo. Él (Bakíev) tiene inmunidad y puede desplazarse libremente por el país", dijo Baisálov, citado por Interfax.

El portavoz recalcó que las nuevas autoridades kirguises no recurrirán a la fuerza para normalizar la situación en el sur del país, donde se encuentra Bakíev.

En tanto, el servicio de prensa del Gobierno ruso informó de que el primer ministro, Vladímir Putin, mantuvo anoche una conversación telefónica con Bakíev, a iniciativa de este último.

La nota del Ejecutivo no dio detalles del contenido de la conversación.

Ayer mismo, Putin se reunió con el viceprimer ministro del Gobierno provisional, Almazbek Atambáyev.

Después de que el derrocado presidente abandonara la capital kirguís, Biskek, el pasado día 7, el primer ministro ruso aseguró en una conversación telefónica con Otunbáyeva que su país "ha prestado y está dispuesto a prestar la necesaria ayuda humanitaria al pueblo kirguís".

La capital kirguís fue escenario la semana pasada de violentos choques entre los cuerpos de seguridad y manifestantes antigubernamentales, que costaron la vida al menos a 84 personas y dejaron más de 1.500 heridos.