La Universidad de La Laguna (ULL) está preparada para dar el salto hacia la segunda fase de su inmersión en el Espacio Europeo de Educación Superior (EEES), el conocido como Plan Bolonia. Después de la adaptación de las titulaciones que ofrece actualmente -que se completará el próximo curso con la incorporación de 21 títulos de grado que se tramitan en estos momentos-, llegará el momento de la puesta en marcha de las de nueva creación. La institución maneja 22 propuestas, de las cuales hay un grupo de seis que reúnen las condiciones propicias -profesorado e instalaciones, fundamentalmente- para adelantarse y comenzar a impartirse en el curso 2011-2012.

Se trata, en concreto, de las titulaciones de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, Diseño, Ingeniería Eléctrica, Ciencias Ambientales y Sostenibilidad, Antropología Social, y Astrofísica y Ciencias del Espacio, a las que podría unirse también Administración y Dirección de Empresas-Derecho. "Podemos tramitarlas con cierta celeridad, porque tenemos lo más importante, que son las infraestructuras y el personal", explica José María Palazón, vicerrector de Ordenación Académica de la ULL.

El resto de las propuestas está conformado por los títulos de Dietista-Nutricionista, Innovación y Gestión en Restauración, Óptica y Optometría, Podología, Terapia Ocupacional, Ciencias de la Actividad Física y del Deporte, Criminología, Comercio, Comunicación Audiovisual, Educación Musical y Gestión Músico-Cultural, Educación Social, Ingeniería Geológica, Ingeniería en Telecomunicaciones, Publicidad y Relaciones Públicas, y Seguridad y Emergencias. Deberán esperar a que la Universidad consiga financiación adicional que permita hacer frente a los gastos de contratación de profesorado y ejecución de nuevas instalaciones.

Demanda de alumnos

En este caso será necesario "estudiar la demanda de potenciales alumnos y el posible impacto sobre los grados que estamos implantando ahora. Queremos crear sinergias sobre la base que ya tenemos y no dar saltos en el vacío. Eso es lo que se busca con los nuevos títulos: que vengan a complementar la formación y que tengan un desarrollo en el tiempo que les permita mantenerse, y no encontrarnos dentro de cuatro o cinco años con pocos alumnos", detalla Palazón.

Como siempre, la financiación es la clave y también el principal obstáculo para que se materialicen los planes de la institución. El contrato programa -mediante el que el Gobierno autónomo financia a las universidades- no se cumplirá según las previsiones iniciales, y la cantidad que no se ha aportado para este año se "diferirá" hasta 2013, fecha de finalización del acuerdo. Ello ha provocado un importante recorte en el plan de inversiones de la ULL.

"Todas las actuaciones para impulsar los nuevos títulos sufren un hándicap", argumenta José María Palazón. Ésta es la razón por la que toman ventaja las titulaciones que ya disponen de una base, "enganchadas sobre titulaciones de segundo ciclo que se han quedado en tierra de nadie", señala el vicerrector en referencia a los estudios que han comenzado a extinguirse para dar paso a los títulos de grado.

De cualquier manera, el que todos los grados de nueva creación lleguen a buen puerto depende de que se ajusten a los criterios establecidos por la Universidad -en un documento aprobado recientemente- y de que sean evaluados positivamente por la comisión de estudios de grado y, posteriormente, por las agencias evaluadoras nacional y autonómica y por el Ejecutivo regional. "Son titulaciones que, por mucho que corramos, empezarían como muy pronto en el curso 2011-2012", recuerda José María Palazón.

La intención de la ULL también es potenciar las dobles titulaciones, como ADE-Derecho, Ciencias del Espacio y Física o la mayoría de las ingenierías. En el caso de las náuticas, esto permitiría contar "por primera vez con titulados que salgan con la diversidad profesional de tener competencias profesionales en puente y máquinas", avanza el vicerrector.

El proceso para que se haga realidad esta revolución académica es complejo, más aún con las limitaciones que impone la crisis económica, pero hay visos de que el curso 2011-2012 puede ser un momento clave para la ULL.

Cesiones, fondos RIC y prejubilaciones

Ante las estrecheces financieras, la Universidad de La Laguna debe plantearse alternativas que hagan posible sus planes respecto a las nuevas titulaciones y permitan cumplir los criterios que fija el proceso de Bolonia. El incumplimiento temporal del contrato programa con el Gobierno de Canarias ha llevado a la institución a buscar fórmulas que faciliten la adaptación de las infraestructuras y la ejecución de nuevas instalaciones. En este sentido, José María Palazón, vicerrector de Ordenación Académica, explica que la ULL alberga la idea de "habilitar alguna infraestructura de la que ahora no dispone vía convenio de cesión con el Cabildo o con ayuntamientos". Otra posibilidad es la de que se autorice a la Universidad a captar fondos de la Reserva Canaria de Inversiones y contactar con entidades que accedan a construir nuevos edificios con ellos. "Son vías a explorar", observa. Otra de las urgencias del centro docente es la de contar con profesorado para los nuevos títulos, algo que dificulta la considerable media de edad de su plantilla, de las más altas -si no la más elevada, apostilla Palazón- del país. Para ello, la ULL ha firmado un acuerdo con su personal para poner en marcha un plan de jubilaciones anticipadas, un proyecto condicionado en parte al visto bueno del Gobierno, hasta ahora reticente. "La gente a lo mejor no entiende que haya personal cualificado que se prejubile, sobre todo en época de crisis. Pero es importante planificar para los próximos veinte o treinta años. Si esperamos a la fecha normal de jubilación, en cinco o diez años un 30 o 40% de la plantilla se jubilaría y no tendríamos recambio con la formación adecuada", advierte.