El terrorismo nuclear será considerado oficialmente una de las mayores amenazas a la seguridad mundial tras la cumbre de la próxima semana en Washington para coordinar un plan de acción en ese frente, adelantan los expertos.

El encuentro, que reunirá a partir del lunes en la capital de Estados Unidos (EEUU) a representantes de 47 países, de los cuales 38 serán jefes de Estado o de Gobierno, busca impedir que grupos como Al Qaeda se hagan con uranio enriquecido o plutonio.

"Sabemos que organizaciones terroristas, Al Qaeda incluida, andan en búsqueda de los materiales para construir un arma nuclear y sabemos que tienen la intención de usarla", afirmó el viernes en rueda de prensa telefónica Ben Rhodes, asesor de seguridad de la Casa Blanca.

"Si pudiesen llevar a cabo un ataque de ese tipo sería un peligro catastrófico para la seguridad nacional de EEUU y la seguridad global", concluyó Rhodes.

Desde 1993, ha habido más de 1.600 incidentes relacionados con el tráfico ilícito de material nuclear, según los datos del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), lo que demuestra que hay un interés y un mercado para esos productos.

Gary Samore, alto asesor nuclear y antiterrorista del presidente de EEUU, Barack Obama, considera que la clave radica en impedir que los actores "no estatales" tengan acceso a esos materiales.

La Casa Blanca insiste en que hay una gran cantidad de material nuclear "vulnerable" alrededor del mundo y reconoce que impedir el tráfico ilícito tiene que ser una tarea colectiva.

De ahí que Obama, que aseguró esta misma semana que la mayor amenaza "ya no es un intercambio nuclear entre países, sino el terrorismo nuclear y la proliferación a un número cada vez mayor de Estados", optase por una solución multilateral al problema, en cuyo epicentro está Irán.