El coordinador general de Cultura, Patrimonio Histórico y Museos del Cabildo de Tenerife, Cristóbal de la Rosa, afronta la siguiente entrevista con el propósito de no decir una palabra comprometedora para la Orquesta Sinfónica de Tenerife, a la que cataloga de “magnífica”. A nivel interno, el conjunto dependiente del Cabildo encara el tramo final de la presente temporada con dos asignaturas pendientes: una vacante en su gerencia (que el propio De la Rosa está supliendo en colaboración con personal técnico tras la dimisión presentada hace meses por Leopoldo Santos) y la incógnita sobre su próximo responsable artístico, una vez que el pasado noviembre el Patronato Insular de Música decidiera no renovar el contrato del actual titular, Lü Jia, vigente hasta el próximo 30 de junio. Antes, durante y después de aquella crisis, De la Rosa ha sido el gran valedor del maestro chino, al que considera víctima de comentarios interesados y cuya contratación, al cabo de cuatro años, sigue considerando “una apuesta personal”.

De cara a la próxima temporada, ¿va a prolongarse el “statu quo” actual o habrá incorporaciones tanto en la gerencia como en la dirección de la orquesta?
Si no al principio de la próxima temporada, sí a lo largo de ella, abordaremos el proceso de selección del gerente mediante concurso público. En cuanto a la dirección, tenemos hasta el 30 de junio un director artístico y titular, Lü Jia, con el que tenemos que fijar las condiciones exactas de nuestra relación en el futuro. Será la Junta de Gobierno del Patronato (Insular de Música) la que decida en este sentido.

En principio, Lü Jia continúa como director invitado, pero la próxima temporada de abono tiene a su cargo hasta ocho programas y trece semanas de trabajo, por consiguiente es casi de facto el responsable artístico del siguiente ciclo…
No hay temporada aún. Tenemos ideas en cuyo análisis han participado miembros de la Junta del Patronato. No me quiero comprometer a decir nada hasta que este organismo se pronuncie. Lo que sí puedo decir es que estamos interesados en seguir trabajando con el maestro, como antes hicimos con Víctor Pablo Pérez cuando se produjo una situación análoga.

¿Estima factible a medio plazo, ya sea por motivos técnicos o económicos, un modelo de orquesta que trabaje sólo con directores invitados?
En principio no. El de director artístico es un puesto que sigue siendo interesante para la orquesta, pero al que aún no se le ha encontrado sustitución adecuada. Modelos de transición existen, y ya vivimos uno con ocasión del tránsito entre la anterior titularidad de Víctor Pablo Pérez y la actual de Lü Jia. Puede trabajarse bien en estas condiciones, pero no de manera indefinida.

¿Tiene garantías de que el director vaya a asumir los compromisos extraordinarios de la orquesta, es decir, conciertos de Navidad y del Cristo y Festival de Canarias?
Depende del productor de cada concierto. En puridad, no designamos al director para esos compromisos, sino que damos el visto bueno.

Desde que el Patronato Insular de Música tomara la decisión de no renovar a Lü Jia, ¿ha recibido presiones para reconsiderar la medida?
Hablamos continuamente con representantes del Patronato, con los profesores de la orquesta y con el maestro. No creo que eso se pueda definir como presiones.
¿En algún momento se ha consultado a los profesores, no para tener una opinión vinculante, sino orientativa de qué es lo que necesita la orquesta?
Hemos tenido reuniones con el comité de empresa y con significados miembros de la orquesta como el concertino. Pero hasta el 30 de junio es a Lü Jia a quien le corresponde adoptar las decisiones artísticas.

Obligado por los ajustes económicos, el Festival de Música va a pasar de un modelo dominado por las grandes orquestas y las obras suntuosas a otro más modesto. ¿Es por ello que también han desaparecido de la programación de la OST composiones “monumentales” de Mahler, Shostakovich o Debussy previstas para este ciclo?
El descenso en los presupuestos para 2009-2010 (un 5,95 por ciento respecto al ciclo anterior) te lleva a hacer economías en aquellos aspectos que te permiten controlar el gasto, ya sean determinados programas o el caché de las figuras invitadas. Si atravesamos por un momento en el que se pide a toda la sociedad que haga un esfuerzo de contención, nosotros no podemos ser la excepción.

¿Es también por motivos económicos que la orquesta no tenga ningún concierto programado entre el 11 de junio y el 11 de julio, víspera de vacaciones?
Tanto por motivos económicos como por otros que tienen que ver con la renuncia de entidades implicadas en proyectos que estábamos montando para esas fechas.

¿No sería el momento de retomar el ciclo de Jóvenes Intérpretes, uno de los varios proyectos de la orquesta que se han quedado en el dique seco?
No sé si el ciclo de Jóvenes Intérpretes, pero habría que reforzar el compromiso de la orquesta con los compositores e intérpretes canarios. Probablemente en el futuro deberíamos estudiar un cambio en el modelo de temporada, con un formato adaptado a los nuevos tiempos, sin que ello signifique merma en la calidad.

Siguiendo con los recortes, ¿podría confirmar los que afectan a los festivales de zarzuela y de ópera, que pasarían de tres a dos obras por temporada y, en este último caso, de tres a dos funciones por programa?
El Festival de Ópera es corresponsabilidad de tres administraciones y no es a mí, sino al director artístico, Giancarlo del Monaco, al que le corresponde dar los números llegado el momento. Números que, desde luego, tendrán que ver con rebajas en el presupuesto, ya que por ejemplo la aportación del Gobierno de Canarias se ha reducido en un 20 por ciento. La idea de unir los festivales líricos (de Tenerife y Las Palmas) nos parece buena, y en este sentido la obligación de los agentes culturales será analizarla con seriedad, colaborar con quien sea necesario y, si nos permite contener el gasto, darle la bienvenida.

Aunque el nivel de tensión en el seno de la orquesta parece haber disminuido, ¿qué instrumento sugeriría para llegar a una completa “paz social”?
La Sinfónica de Tenerife no ha pasado por ninguna tensión que no hayan experimentado otras orquestas; el cien por cien de los conjuntos atraviesa por ellas; y es verdad que esas tensiones exigen un tiempo y un esfuerzo extra de trabajo, pero permiten crecer. La nuestra es una orquesta magnífica, formada por magníficos profesionales, muy dúctil, según nos confiesan los directores y solistas invitados, y con un alto nivel de ejecución, que ha demostrado tanto con Víctor Pablo Pérez como con Lü Jia.

Ninguna compensación
El responsable insular de Cultura niega que la próxima temporada Lü Jia pudiera cobrar un suplemento económico por concierto dirigido en compensación por la no renovación de su contrato. “No, y nunca hablo públicamente de sueldos –afirma–. No se le va a pagar nada (al actual titular) en compensación por nada, como tampoco ha ocurrido antes con otros directores. No contemplamos pagar ningún canon. Será la Junta de Gobierno del Patronato, como he dicho, la que regule la futura relación con el maestro”. Bajo su batuta, la OST realizará tres de los seis conciertos que restan hasta el final del ciclo. Este tramo final estará marcado por la presencia de músicos orientales:Muhai Tang, que dirigirá la velada del próximo 23 de abril; Li-Wei, que ejecutará la parte solista del Concierto para Violonchelo nº 2 de Haydn, el último día del presente mes; Ning Feng, violinista del Concierto en Sol menor de Prokofiev, previsto para el 4 de junio, y el director Lan Shui, que cerrará la temporada el viernes 11 de junio, siempre según la previsión inicial de un ciclo que ha sufrido diversas alteraciones desde que arrancará el pasado 13 de noviembre.