El presidente de EEUU, Barack Obama, y el de Rusia, Dmitri Medvédev, firmaron hoy el nuevo tratado de reducción de armas nucleares que sustituirá al START, que expiró en diciembre, y que limita a 1.550 las cabezas atómicas para sus respectivos países.

En una ceremonia en la Sala Española del castillo de Praga, los dos mandatarios sellaron con un apretón de mano la firma del acuerdo, que también limita a 800 los vectores de lanzamiento de esas cabezas atómicas y que ahora deberá ser ratificado por los parlamentos de los dos países.

En una breve alocución tras la firma, el presidente estadounidense, Barack Obama, indicó que con este acuerdo EEUU y Rusia ponen fin a la "separación" que padeció la relación bilateral en los últimos años.

Según el presidente estadounidense, el nuevo acuerdo abrirá el camino a nuevas reducciones de armamento entre los dos países.

Obama anunció también que han acordado negociaciones sobre la defensa antimisiles, uno de los asuntos más espinosos en la relación bilateral.

Rusia ha incluido una declaración unilateral en el tratado en la que advierte que se reserva su derecho a abandonar el pacto si considera que la defensa antimisiles estadounidense supone una amenaza contra sus intereses.

EEUU, que planea un nuevo escudo antimisiles que sustituya al abandonado el año pasado para Europa del Este, asegura que sus proyectos no representan ninguna amenaza contra Rusia.

Las negociaciones, precisó Obama, incluirán intercambios habituales de información sobre la evaluación de las amenazas, incluida una valoración de los misiles balísticos que se fabrican.

"Cuando esas valoraciones se completen, espero con anticipación el lanzamiento de un diálogo serio acerca de la cooperación ruso-estadounidense sobre defensa antimisiles".

El presidente estadounidense lanzó también una advertencia contra los programas nucleares de Corea del Norte e Irán, e indicó que "no toleraremos actos que violen el Tratado de No Proliferación".

Con respecto al programa iraní, Obama subrayó que "no toleraremos actos que puedan desatar una carrera de armamento en una región vital y amenacen la credibilidad de la comunidad internacional y nuestra seguridad colectiva".