Un estudio que la farmacéutica Pfizer ha realizado sobre la falsificación de medicamentos estima que durante el presente año este oscuro negocio moverá 75.000 millones de dólares en todo el mundo.

España no está libre de adquirir fármacos falsos cuando el usuario no los adquiere en los únicos establecimientos acreditados para venderlos: las farmacias.

En noviembre de 2009 Pfizer realizó el estudio "Cracking Counterfeit Europe", una encuesta online en la que participaron 14.000 personas de catorce países europeos (incluido España).

Dicho estudio sugiere que "el mercado español de medicamentos falsificados podría superar los 1.500 millones de euros al año, el 14,3% del total del mercado negro europeo global, que se cifra en 10.500 millones".

Casi uno de cada tres españoles (29,8%) encuestados admite haber adquirido fármacos con prescripción a través de prácticas inadecuadas o ilícitas, lo que significa que unos 11 millones de españoles practican este consumo inadecuado.

La media europea de personas que adquieren medicamentos de prescripción por prácticas inadecuadas o ilícitas es del 21%, lo que sitúa a España en cuarta posición, por detrás solamente de Alemania (38%), Italia (37%) y Noruega (30%).

La adquisición de fármacos que deben ser prescritos por un profesional sanitario sin tener receta es superior entre la población masculina (33%) que entre la femenina (27%).

De hecho, Pfizer recuerda que en 2005 la Guardia Civil realizó una de las mayores incautaciones de medicamentos falsos que se ha hecho en España. Los agentes intervinieron un total de 500.000 dosis de fármacos clandestinos, además de maquinaria, envases y prospectos para su distribución.

Problemas de salud

El presidente del Colegio de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife, Guillermo Schwartz, recuerda que comprar e ingerir medicamentos falsos es como jugar a la ruleta rusa. "En el mejor de los casos si no tiene nada no pasa nada y en el peor de los casos si tiene componentes que no debe tener puede haber problemas", explicó.

En diversos lugares del mundo ya se han registrado muertes provocadas por fármacos irregulares, que se realizan en condiciones irregulares y de los que se desconocen sus componentes.

En España es prácticamente imposible que una falsificación llegue a la farmacia. El motivo es el estricto control y el sistema empleado, que contabiliza cada uno de los fármacos en lotes. "Todas las cajas tienen un lote y siempre en todas las facturas se referencian los lotes y se conoce a donde van cada uno de los lotes después de su fabricación", detalla Schwartz. De esta forma, cuando se registra un problema puntual en algún medicamento, se retiran todos los lotes que crean que se pueden ver afectados.

Además, Schwartz recuerda que "comprar se puede comprar todo por Internet, pero en España es ilegal que te envíen a casa un medicamento".

Nuestra "Ley de Garantías lo que establece es que la oficina de farmacia puede facilitar el acceso al usuario a través de su web, pero el paciente tiene que ir a la farmacia a retirar el medicamento", aclara. El farmacéutico no puede mandar el fármaco por correo ni por ningún tipo de mensajería.

Con la normativa "lo que se pretende es que detrás del medicamento haya un establecimiento autorizado y un farmacéutico". Algo que no ocurre en Internet, donde "físicamente no sabes quién es el responsable de ese medicamento, ni en qué condiciones ha estado almacenado".

Según la Organización Mundial de Salud (OMS), las irregularidades más frecuentes de los medicamentos falsificados son una cantidad incorrecta de principio activo; un principio activo incorrecto; ausencia del mismo; la presencia de componentes tóxicos o no medicinales (como pintura industrial, ceras, talco, tiza...) y un embalaje y documentación falsa.

El informe de Pfizer hace hincapié en que una cantidad inferior de principio activo puede ser igual o más peligrosa que un exceso.

La farmacéutica informa de que un medicamento "no sólo contiene los principios activos" sino que también incluye "otros elementos que contribuyen a estabilizarlos o preservarlos para su correcta absorción en el organismo". Los falsos, en cambio, "contienen componentes incorrectos o dosis inadecuadas de los principios activos".

Uno falso por cada diez

Pfizer se hace eco, asimismo, de los estudios realizados por la OMS que recogen "uno de cada diez medicamentos que se comercializan en el mundo son falsos" y que éstos suponen "hasta el 50% en los países en vías de desarrollo".

Para Schwartz, éste no es el caso de España, donde tenemos "un sistema público bastante accesible". Aquí, los que compran fármacos de manera irregular lo hacen por comodidad o por evitar exponerle su problema a un médico, según su opinión.

Por otro lado, entre los encuestados europeos que reconocieron haber comprado fármacos que debían adquirirse con receta por Internet, Pfizer elaboró un curioso mapa de los más vendidos. Como la encuesta fue elaborada en pleno auge mediático de la gripe, un 59,2% dijo haber adquirido medicamentos para la gripe; un 22,5% compró pastillas para adelgazar; un 16,8%, medicación para dejar de fumar; un 16,1%, fármacos para el dolor crónico y un 14% para disfunción eréctil.