El presidente de la Federación de Asociaciones del Litoral Anaguense (FALA), Luis Febles, ya lo había venido avisando: la dispersión de los núcleos de Anaga y lo montañoso del territorio dificultaría la recepción de la señal de la televisión digital terrestre (TDT) para muchos vecinos. Tal es así que durante la madrugada del pasado martes, varias zonas del Parque Rural de Anaga ya se quedaron sin la señal analógica de televisión sin tener una óptima recepción de la TDT y al resto de los núcleos de población, como en todo el territorio nacional, les ocurrirá lo mismo a partir de este viernes y sábado.

Febles explica que los receptores de la TDT no servirán de nada hasta que no se hayan instalado una serie de repetidores en las cumbres de Anaga. Así, de las cerca de 15.000 personas que habitan en el distrito, sólo los núcleos próximos a la costa como San Andrés, Valleseco o María Jiménez tendrán menos dificultades para captar la señal digital.

El presidente de la FALA se quejó de que no se hayan tomado las medidas oportunas con la suficiente antelación "porque si con la TDT dejamos a los pueblos incomunicados, habrá que mantener la señal analógica hasta que se resuelva el problema", propuso.

Un ejemplo concreto es el de Fulgencio Ramos, presidente de la Asociación de Vecinos Casas de la Cumbre, en Roque Negro, donde en su domicilio sólo puede acceder por TDT a los canales de las televisiones públicas y, además, la señal analógica llega con muchas interferencias.

Según Ramos, esta situación es la norma y no algo excepcional, por lo que volvió a recordar el acuerdo solicitado por trece asociaciones de Anaga para colocar repetidores de la señal digital en Los Campitos, Punta de Anaga, Chinamada, Taborno, Pico del Inglés, Casas de la Cumbre, El Bailadero, La Cumbrilla y Almáciga, zonas que tendrán verdaderos problemas cuando se produzca el definitivo "apagón analógico".

Por su parte, Luis Febles dijo que el Distrito "no ha dado respuesta a su compromiso de mantener una reunión con técnicos y vecinos" y explicó que "es incomprensible que en zonas de las cumbres de Anaga retrocedan 50 años, en el mejor de los casos, y sólo vean la televisión pública cuando han comprado receptores que no sirven para nada".