El doctor ingeniero agrónomo de la Universidad de La Laguna Damián de Torres Domínguez trabaja en la puesta en marcha de un proyecto para producir cochinilla canaria de manera industrial, criándola de forma intensiva en invernaderos.

"Hace catorce años empezamos en La Palma con las primeras experiencias de producir cochinilla en el interior de un invernadero, para no tener que ir recogiéndola en el campo y que la infestación sea muy complicada", aseguró este investigador.

De Torres afirmó que el problema de Canarias es que "no produce carmín, sino que ha exportado cochinilla a lo largo de su historia. No hay una fábrica de carmín en el Archipiélago, aunque en Las Palmas sí hubo una pequeña industria de transformación, pero con el paso del tiempo cerró. Las Islas deberían disponer, de acuerdo con su fama de alta calidad en la cochinilla, de una fábrica de carmín, así como de un sello de calidad. Pero para que una industria de este tipo funcione es necesario un suministro continuo de materia prima, y eso es lo que motivó nuestras investigaciones para lograr que, de forma periódica podamos tener una producción en una cantidad razonable y con calidad. A partir de ahí, trabajamos en todo el proceso con la reproducción, infestación, cría, recolección y procesado. Todo ese camino ya está resuelto y se ha presentado como patente de invención en 2009, a través de la Oficina de Transferencia de Resultados de Investigación (OTRI) de la Universidad de La Laguna".

De Torres Domínguez apuntó que "todo esto coincide, de forma casual en el tiempo, con que Lanzarote ha puesto en marcha una fábrica para procesar carmín, con un presupuesto importante y con fondos de la Unión Europea. En Lanzarote se siguen manteniendo de forma tradicional 200 hectáreas de cultivo en Mala y Guatiza. En el resto de las Islas no hay cultivo. Hay tuneras sueltas infestadas y que, dependiendo del precio, se recogen o no".

Colorante alimentario

Este ingeniero agrónomo resaltó que el mayor interés que tiene la cochinilla es que se trata de "la base de un colorante alimentario, no tóxico, admitido y reconocido a nivel internacional. Conocido como el colorante E-120, es admitido por la Unión Europea, Japón y la Food and Drug Administración de Estados Unidos. Se trata de un colorante maravilloso con múltiples aplicaciones como es el caso de cosmética, farmacia, alimentación, tintes y, últimamente, en tinciones y preparados de laboratorios de bioquímica, ya que se trata de un producto con una capacidad tintórea extraordinaria y muy estable".

Según explicó De Torres, en los últimos años se ha venido estabilizando la producción de cochinilla a nivel internacional algo por encima de las mil toneladas al año. "Canarias figura siempre como una zona de producción de gran calidad a la que se asignaba históricamente una cuota del 3%, lo que supone unas 30 toneladas al año, pero en los últimos ejercicios, por condiciones del mercado y de precios, apenas se ha enviado producción isleña al mercado exterior. Este hueco lo ha ido ocupando Perú, que es el primer exportador y que está por encima de las 800 hectáreas, acapara el 84% de la producción mundial. Pero se trata de un producto que se recolecta de manera silvestre y forma parte de una economía de subsistencia. El siguiente exportador en importancia cuantitativa es Chile con un 10,51%".

"Luchamos por que el Archipiélago pueda recuperar su cuota de mercado y la fama de tener una cochinilla de gran calidad, pero con un procedimiento de alta tecnología y valor añadido, permitiéndonos disponer de un suministro continuo de cochinilla al mercado y disponiendo de un centro de transformación en Lanzarote, que supongo que no será el único que pueda haber en las Islas. Canarias exportaba cochinilla a Francia, Alemania, Reino Unido y Estados Unidos, pero este producto multiplica por tres su valor al transformarlo en carmín para sus múltiples aplicaciones", aseveró Damián de Torres Domínguez.