Los bosques españoles ocupan el 29 por ciento de todo el territorio continental e insular, mientras que en Canarias hay una superficie del 18 por ciento de monte arbolado repartida en todas las islas, excepto Lanzarote y Fuerteventura.

En el archipiélago canario están repartidos los distintos pisos de vegetación de la región biogeográfica de la Macaronesia ( slas en el Atlántico Norte, junto a Europa y el norte de África), con predominio de pinos canarios sobre el monte verde y la laurisilva, según informa en un comunicado la Obra Social ''la Caixa'', cuyo director del área de negocio de Gran Canaria Sur, José Carlos Sanmartín, y el alcalde de Agüimes, Antonio Morales, inaugurarán mañana (19.00 horas) la exposición ''El monte canario'' en el Casino de la localidad.

La exposición estará abierta al público hasta el viernes 30 de abril, con el objetivo de dar a conocer la importancia de los ecosistemas terrestres, donde se recoge las principales especies arbóreas de Canarias a través de una singular colección.

Los bosques son los ecosistemas terrestres con mayor biodiversidad del mundo. Conservan el patrimonio genérico de miles de millones de años de evolución. En España en materia de bosques, están representados casi todos los paisajes europeos, y el resultado es una de las mayores biodiversidades de Europa. Concretamente, Canarias destaca por sus especies endémicas.

¿Cómo funciona un árbol? ¿Cómo se forma el humus? ¿Qué es la madera? Desde las humildes lombrices de tierra --imprescindibles para la fabricación de humus-- hasta los árboles --los protagonistas indiscutibles--, esta exposición hace un recorrido por el complejo ecosistema denominado bosque desde la vertiente medioambiental, social y cultural.

Un zoom de imágenes presenta en el primer apartado de la muestra, de una manera muy clara, la jerarquía de los ecosistemas, desde la biosfera hasta un microsistema del suelo de un monte.

El segundo ámbito está dedicado a los árboles, seres vivos pluricelulares, vegetales y leñosos que ocupan el estrato más elevado de la vegetación.

LA INFLUENCIA DE LOS ALISIOS

El monte en Canarias es el tercer ámbito de la exposición. En él se explica que España es el país de Europa con más biodiversidad y Canarias en concreto tiene muchas especies endémicas. El territorio macaronésico canario tiene un clima templado y la vegetación se encuentra influenciada por tres factores: la influencia de los vientos Alisios, la proximidad a la Costa Norteafricana y la orografía de las islas.

Esta riqueza también queda de manifiesto en la diversidad de flora existente. Diez especies de las más representativas de Canarias son las que se exhiben en este espacio. El público que visite la muestra también se encontrará con una colección de hojas, semillas y frutos, así como instrumentos fabricados con la madera de estas especies.

Como árboles singulares de Canarias, la exposición recoge dos ejemplares: El Drago Milenario Icod de los Vinos (Tenerife) que, con 17 metros de altura y 20 metros de perímetro en su base, se estima que tiene una edad de 400 años. Además de los Pinos de Gáldar, ubicados entre los municipios de Moya y Santa María de Guía, en Gran Canaria; miden entre 15 y 25 metros de altura y presentan perímetros de entre 6 y casi 8 metros.

LA HISTORIA DE LOS MONTES CANARIOS

La historia del uso de los montes canarios pasa por tres periodos bien delimitados: la presencia aborigen en las islas, la conquista de las Canarias por parte de los españoles y la etapa contemporánea del archipiélago es lo que se explica en el ámbito la relación del monte canario y el ser humano.

El uso de los recursos forestales por parte de los aborígenes canarios era principalmente doméstico (recipientes, materiales de construcción, vigas y puertas). También cabe destacar un uso agropecuario y en ocasiones el empleo de materias primas forestales para manifestaciones culturales como ritos funerarios.

En el periodo comprendido entre los siglos XV y XVI los usos del bosque estaban decisivamente marcados por la política forestal de los conquistadores españoles. A partir del siglo XVI se instala una economía mercantilista que acentúa el ritmo de deforestación.