"Mi felicidad será completa cuando regresen Albert y Roque", dijo ayer la cooperante catalana Alicia Gámez a su llegada a Barcelona, donde afirmó que ella y sus compañeros, que permanecen secuestrados por Al Qaeda, han sido tratados con respeto durante su cautiverio.

Gámez, que ha estado secuestrada más de tres meses en Mauritania, llegó en la tarde de ayer a la capital catalana en un avión de la Fuerza Aérea Española procedente de Burkina Faso, acompañada de su hermano Germán y de la secretaria de Cooperación del Gobierno, Soraya Rodríguez.

Con buen aspecto y una gran serenidad, aunque visiblemente cansada, Gámez, que fue recibida por multitud de amigos, familiares y autoridades y en medio de una gran expectación mediática, leyó a su llegada a la terminal 2 del aeropuerto barcelonés una breve declaración en la que expresado su satisfacción por haber vuelto a casa.

Sus primeras palabras fueron también de recuerdo para sus compañeros secuestrados: "Mi felicidad será completa cuando regresen también Albert y Roque", señaló.

Vestida con tejanos, unas zapatillas deportivas blancas, una camiseta rosa, un blusón y una americana negra, Gámez, que se mantuvo entera en todo momento, explicó que los secuestradores, miembros de la rama Al Qaeda del Magreb Islámico, los han tratado "bien" y "con respeto".

Agradecimiento

"Nos han atendido bien dentro de las duras limitaciones del desierto", dijo Gámez, que fue secuestrada en noviembre cuando participaba en la caravana anual de la ONG Barcelona Acció Solidària junto a Roque Pascual y Albert Vilalta.

La cooperante agradeció "de corazón" al Gobierno "el trabajo realizado y el que va a seguir realizando hasta la liberación" de sus compañeros, así como el apoyo y la solidaridad de la sociedad española y catalana durante este tiempo, y manifestó su deseo ahora de descansar y estar con su familia. "Estoy segura de que respetarán esta tranquilidad que necesito para recuperarme mientras esperamos la libertad de Albert y Roque", señaló Gámez, que es funcionaria de la Administración de Justicia en Barcelona.

Tanto la secretaria de Cooperación del Gobierno, Soraya Rodríguez, como el presidente de la Generalitat, José Montilla, fueron muy breves en sus intervenciones ante los más de cien periodistas que aguardaban en el aeropuerto la llegada de Gámez, conscientes del cansancio de la cooperante y de su deseo de estar a solas con su familia y amigos. Rodríguez expresó la satisfacción del Gobierno por la puesta en libertad de Gámez y aseguró que seguirá trabajando para lograr "cuanto antes" el regreso de los otros dos compañeros.

Por su parte, el presidente Montilla se mostró convencido de que Vilalta y Pascual estarán "entre nosotros" lo más pronto posible, gracias a las gestiones del Ejecutivo central.

La liberación de la cooperante catalana se ha producido tras más de tres meses de secuestro en manos de Al Qaeda y la víspera del sexto aniversario del atentado del 11-M en Madrid.

"No se pagó rescate"

El Gobierno, que siempre ha mantenido la discreción en la gestión del conflicto, aseguró ayer que no ha pagado rescate alguno por la liberación.

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, insistió en que la puesta en libertad de Gámez ha sido "fruto del esfuerzo y de las gestiones realizadas por los servicios diplomáticos y de inteligencia españoles a lo largo de más de tres meses", así como de la colaboración prestada por otros países.

Respecto al motivo por el que Al Qaeda sólo ha dejado libre a esta cooperante, De la Vega se limitó a señalar que a veces estos grupos terroristas actúan de esta forma.

El Partido Popular expresó también su satisfacción por la liberación de la cooperante barcelonesa tras su "largo secuestro" y animó al Gobierno a que sus otros dos compañeros, aún en cautiverio, sean liberados y vuelvan a casa "cuanto antes".