La directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias, María José Blanco, cree que Tenerife ha alcanzado una fase de equilibrio sísmico, tras la intensa actividad detectada en 2004, y comentó en una entrevista que durante el pasado año se localizaron en Canarias 83 terremotos, de los que se sintieron cuatro.

El Instituto Geográfico Nacional tiene una capacidad muy alta para localizar los movimientos sísmicos, aseguró María José Blanco, quien añadió que el hecho de localizar 83 sismos durante el pasado año y que sólo cuatro los sintiera la población, quiere decir que Canarias es una zona de actividad sísmica moderada.

Esos movimientos sísmicos se produjeron en las aguas interiores del Archipiélago canario.

María José Blanco explicó que los seísmos en Canarias tienen diversos orígenes, ya que unos son tectónicos asociados a movimientos de fallas, como ocurre con todos los que se producen entre Gran Canaria y Tenerife.

Esos seísmos están asociados a una falla de dirección noreste suroeste que en 1989 produjo el movimiento sísmico de mayor magnitud registrado en Canarias, de 5,2.

Con el conocimiento geodinámico que tenemos hoy en día, se supone que el terremoto tectónico de mayor magnitud que se puede producir en el futuro en Canarias no superará la que tuvo el del 9 de mayo de 1989.

María José Blanco añadió que también hay terremotos de origen volcánico, y comentó que la profesora de Geomorfología de la Universidad de La Laguna Carmen Romero, especializada en volcanología histórica de Canarias, ha descrito movimientos sísmicos tan fuertes asociados a erupciones en Tenerife, que las muertes se produjeron por el miedo de la población, y no directamente por las erupciones a las que se asocian.

Las terremotos en el interior de Tenerife se detectan desde 2004, y en ocasiones se producen a profundidades "bastantes grandes", en torno a 50 kilómetros, indicó la directora del Instituto Geográfico Nacional en Canarias.

Desde que se produjo el máximo número de terremotos en 2004, se ha venido localizando un número decreciente de movimientos sísmicos en Canarias, lo que se interpreta como que se ha alcanzado un nuevo nivel de equilibrio, dijo María José Blanco.

También manifestó que aproximadamente el 90 por ciento de la inestabilidad volcánica no llega a producir erupciones en superficie, pero permite entender el comportamiento del volcán y aprender la forma más correcta de llevar a cabo su vigilancia.

Además, añadió María José Blanco, Canarias dispone de un plan de emergencia volcánica homologado para el caso de que se produzca alguna erupción.