La Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) pidió ayer en Guadalajara (México) que se dé mayor importancia a la biotecnología en las estrategias de lucha contra el hambre, que padecen ya más de 1.000 millones de personas en el mundo.

"A pesar de las contribuciones de las tecnologías convencionales y la biotecnología, la cifra de gente malnutrida es mayor actualmente que en cualquier otra época de nuestra historia", lamentó Modibo Traore, subdirector general de la FAO, al inaugurar la Conferencia técnica internacional sobre biotecnologías agrícolas en los países en desarrollo (ABDC-10).

El también encargado de Agricultura y Protección al Consumidor de la agencia de la ONU recordó que, "además, la inseguridad alimentaria se agrava con el cambio climático", e indicó que para la FAO uno de los grandes retos será "duplicar la producción de alimentos para 2050", cuando la población mundial será de unos 9.100 millones de personas.

El alto funcionario de Naciones Unidas afirmó que trabajos como la conferencia, a la que asisten más de doscientos representantes de unos sesenta países, deben servir para "aprender de los errores y aciertos del pasado".

Traore defendió el peso que puede tener la biotecnología en distintos ámbitos, no solamente en relación con los organismos genéticamente modificados (OGM), para mejorar la productividad y ofrecer nuevos servicios tanto a la población de los países más desarrollados como a la de los menos industrializados.

Reconoció que este tipo de tecnología "no ha tenido aún un impacto significativo en la vida de la gente" de los países menos avanzados ni en mitigar el hambre, un Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) que quedará incumplido para 2015 si no hay cambios drásticos.

Una herramienta

En el mismo acto el secretario (ministro) de Agricultura de México, Mariano Ruiz Funes Macedo, dijo que la biotecnología es "una herramienta para avanzar en el propósito de poner alimentos disponibles y accesibles para los próximos años, mejorar las condiciones de vida de 1.000 millones de personas que padecen hambre y pobreza en muchas regiones del planeta".

Ruiz Funes destacó la relevancia de la conferencia "para el sector agroalimentario mundial" y el enorme desafío que se presenta para producir alimentos "suficientes, inocuos, accesibles y de calidad" para una creciente población mundial cuidando "el medio ambiente".

El representante del Gobierno mexicano recordó que su país fue pionero en la Revolución Verde lanzada en los años sesenta, que representó "un cambio de paradigma" para amplias regiones del mundo en materia agrícola.

Para el ministro mexicano, "el reto de producir más alimentos sigue presente" actualmente, con 2,5 veces más población de la que había a mediados del siglo pasado.

En la conferencia inaugurada ayer, que se clausurará el jueves, la organización de la ONU para la agricultura y la alimentación evaluará cómo las biotecnologías contribuyen a fortalecer la seguridad alimentaria, preservar el medio ambiente y modificar las condiciones ante el cambio climático.

Además, se espera que los resultados de los trabajos sirvan para capacitar a los países menos desarrollados sobre cómo utilizar la biotecnología en su beneficio.