La pervivencia hoy en día en Canarias del legado de los guanches fue el tema propuesto esta semana en la mesa de debate de EL DÍA. Los invitados coincidieron en la existencia de esos vestigios, desde el ámbito antropológico o genético al psicológico, pasando por los aspectos culturales. Insistieron en la necesidad de defender y difundir esa herencia de los antepasados, sobre todo dentro del sistema educativo, donde está la clave del futuro porque, en general, "desde la época del colonizador se le ha faltado al respeto a la memoria de los guanches".

Para debatir sobre lo que permanece del mundo prehispánico en la Canarias de la actualidad acudieron a la cita con este periódico Francisco García-Talavera Casañas, geólogo, paleontólogo y consejero insular delegado de Museos del Cabildo; Antonio Cubillo, abogado y político; José Luis Concepción, escritor y licenciado en Geografía e Historia; Melchor Hernández, psicólogo y secretario de la Asociación Wolfgang Köhler; e Isidro Rodríguez Cedrés, guía turístico, miembro de Centro de Estudios Imazighen y, como él mismo se identificó, "jugador de palo canario".

Los invitados hicieron una primera aproximación al tema para definir el término "guanche", que se discutiría luego en el debate, como la herencia de los habitantes preeuropeos del Archipiélago, desestimando conceptos como indígena o aborigen, que en sí mismos podrían ser objeto de otro encuentro posterior. La intervención en términos filológicos de Antonio Cubillo delimitó esa figura que fue aceptada por los demás participantes.

A partir de ahí, Francisco García-Talavera marcó el camino desde el inicio al establecer "una herencia que abarca todos los campos, desde la genética, la toponimia, la demografía y la etnografía, hasta la cultura e, incluso, la psicología".

García-Talavera fue desgranando estos campos del conocimiento y empezó por la genética: "Está más que demostrado, según los estudios que ha llevado a cabo la Universidad de La Laguna, que un 60 por ciento del ADN de los actuales canarios, nacidos aquí o de segunda y tercera generación de las Islas, procede de los guanches. Incluso, existe un marcador genético único, el U6B1, que así lo demuestra. Un descubrimiento más para confirmar las teorías de que los guanches eran bereberes y procedían del Norte de África".

Cubillo apuntó que "los estudios hay que ir a hacerlos al Sur de Túnez, donde una tribu sigue viviendo en cuevas. De ahí llegaron los guanches y tengo muy claro que los trajeron los cartagineses".

Otro dato que dio el responsable insular de Museos es que "entre el 38 por ciento y el 40 por ciento de los topónimos de la Isla de Tenerife son de origen guanche, pese a los 500 años transcurridos y la fuerte represión de todo lo que fuera o pareciera proceder del mundo preeuropeo".

Cubillo recordó sus vivencias en Argelia donde encontró topónimos idénticos a Tazacorte o Güímar, además de explicar de dónde venían Arico u Arafo, todos ellos "deformados por los conquistadores". Contó una curiosidad: "Estaba en Arcachon, cerca de Burdeos, en Francia, y una islita quedaba al descubierto con la marea baja y se llenaba de pájaros. Esa islita se llama Arguineguin que significa pueblo levantado o que se levanta", similar a la localidad costera del Sur de Gran Canaria.

A este respecto Melchor Hernández señaló que "tiene una lógica porque la administración era profundamente castellana y de ahí también el arrinconamiento o la marginación de todo lo que sonaba a portugués, pese a que en cantidad y en calidad fuera una población muy importante en los años posteriores a la Conquista "

"Hasta 1760 -añadió García-Talavera- se hablaba guanche en el Valle de San Lorenzo". Esto llevó a todos los presentes a asegurar no sólo que sería posible "reconstruir" un idioma guanche, sino que "está vivo, en el Norte de África". Cubillo planteó que "no es cuestión de ir a las lenguas muertas" sino que "existen 30 millones de personas ahí al lado que hablan bereber y sería cosa de difundirlo a través de traer profesores que enseñaran el idioma".

García-Talavera usó como argumento demográfico que "después de la Conquista, la mayoría de la población que permaneció en las Islas era de origen guanche. Así lo demuestran varios documentos, como el del Inquisidor que en el año 1504 fue enviado desde Sevilla para hacer un censo de las familias canarias".

Isidro Cedrés valoró "la profunda ignorancia actual sobre el pasado y la historia del pueblo guanche. Incluso sobre costumbres como el Juego del Palo, del que soy practicante. Hasta niegan que venga de la época preeuropea y lo datan a mitad del siglo XIX. Lo que ha habido es una gran aculturación y un complejo del colonizado a través de un factor psicológico clave que hay que superar. Hasta no hace mucho ser canario era sinónimo de ciudadano de segunda y hasta personajes del humor como Pacuco, el peninsular, así lo demuestran con meridiana claridad".

José Luis Concepción tiene claro que "la colonización ha sido tan fuerte que nos lo ha negado todo, aunque haya datos históricos y antropológicos incontestables. Hace tres años vino un profesor noruego para hacer un trabajo de genética con grupos de 15 ó 20 personas para una empresa vinculada a National Geographic y no nos han dado los resultados. Hay cuestiones que son clarísimas como la fundación de La Laguna por el Adelantado Fernández de Lugo con familias guanches y castellanas, cada comunidad en una zona, o que en el pueblo herreño de El Pinar en 1669 los guanches siguieran viviendo en sus cuevas sin mezclarse hasta que un tal alférez Fernández se casó con una guanche".

Concepción señaló que "ha habido tres grandes invasiones, la segunda de españoles en los años sesenta del siglo pasado, y la tercera, de españoles y europeos, en los noventa". Fue concluyente al asegurar que "el sistema colonial tiene secuestrada nuestra lengua guanche. Casi medio siglo antes de la Conquista de Tenerife llegaron misioneros al Sur que la estudiaron y elaboraron documentos, manuscritos que deben de estar en alguna parte". Cubillo tiene claro que "están en Roma".

Concepción añadió que "las zonas más guanches de la Canarias actual son Guía de Isora, como municipio, y la comarca de Cuevecitas-Araya, en Candelaria".

Los invitados valoraron de manera negativa el trato de la historiografía oficial española a figuras históricas como José de Anchieta "por sus orígenes" e insistieron en la necesidad de acercar y dar a conocer la vida de, como afirmó Cubillo, "canarios que levantaron América", caso de Francisco León, "quien dio el primer grito para la independencia de las colonias españolas", Artigas, Francisco Miranda o Leonor Pérez, la madre de José Martí. No olvidaron al genio portuense Agustín de Bethencourt, del que Cubillo contó una anécdota: "Yo leí en Le Monde después del incendio del museo de Leningrado o San Petersburgo que era una obra del arquitecto francés Agustín de Bethencourt. Y se quedaron tan tranquilos".

Respecto al plano psicológico, Concepción habló de un pueblo "confiado y que confiaba, y así le fue; y así nos va", además de plantear que, como emigrante que fue, tenía muy claro que era "también abierto y receptivo a todos". Melchor Hernández usó dos calificativos, que contaron con el apoyo de todos, para explicar la herencia que ha llegado a los canarios de los guanches: "Honradez y respeto. En mi caso soy el séptimo de nueve hermanos y los mayores cuidaban de los más pequeños, en el sentido de protección del más débil".

Isidro Cedrés ahondó en "la importancia de la familia y de escuchar a los mayores, al jefe del clan, algo que se ha perdido y que hay que intentar recuperar".

Concepción valoró "la herencia de la Lucha Canaria, por fortuna, que quisieron vincular con la lucha leonesa porque no había referencias históricas, por ejemplo de Viera y Clavijo, sobre nuestro deporte autóctono. Pero ejemplos como la tesis del profesor de la ULL Manuel Hernández González tiran por tierra esas teorías. La lucha ha estado, está y estará aquí, desde el momento en el que el Adelantado organizó una justo al final de la Conquista".

Y José Luis Concepción terminó mentando "la palabra, otra herencia de los guanches, que espero no perdamos. Hasta la segunda mitad del siglo XX al canario le bastaba un apretón de manos y la palabra dada, no hacía falta firmar".

La última pregunta quedó flotando en el ambiente con una cierta incomodidad generalizada: ¿Se le ha faltado al respeto a la memoria del pueblo guanche? La respuesta unánime fue "sí", aunque José Luis Concepción matizara que "por los colonizadores. La mayoría de la población ha sido ignorante a causa de la aculturación".

GEMA JIMÉNEZ Y JOSÉ D. MÉNDEZ Fotos: MANUEL EXPÓSITO