El cayuco que alcanzó el sur de Gran Canaria, concretamente, la costa de San Bartolomé de Tirajana en la madrugada del pasado miércoles había partido de Mauritania seis días antes, con un número desconocido de personas a bordo, de las que sólo se han detectado cuatro, porque, según la hipótesis que baraja la policía, la expedición tenía que estar formada por muchos más, pero, como llegaron a tierra sin ser detectados, lograron dispersarse sin ser vistos.

Por este motivo, nadie da a conocer los detalles de esta expedición clandestina, salvo que uno de los africanos puede ser menor de edad.

La embarcación llegó a tierra a las 3:00 horas del pasado miércoles y fueron los propios vecinos quienes alertaron al 091 (teléfono de la Policía Nacional) de que se acercaba esa expedición a la Playa del Cochino, en el municipio de San Bartolomé de Tirajana.

Cuando llegaron los agentes, los ocupantes ya habían desembarcado y únicamente contactaron con cuatro personas de origen subsahariano.

La primera información difundida por la Policía hacía referencia a la llegada de una patera (embarcación pequeña con origen en Marruecos), cuando, en realidad se trataba de un cayuco que había partido de Mauritania.

Se trata de la primera expedición africana que ha llegado a Canarias el presente año.

Los cuatro inmigrantes africanos presentaban buen estado de salud y se les trasladó a la Comisaría de Maspalomas.

El cayuco fue revisado detalladamente por los agentes y finalmente fue retirado de la playa por parte de los servicios de Limpieza de Playas de San Bartolomé de Tirajana.

Sin embargo, la primera incógnita que se plantea la policía es que una expedición de un escaso número de personas no es rentable para el organizador del "negocio", puesto que este tipo de travesías tiene unos gastos fijos que son elevados, como la compra del motor, la comida, lo que se quedan en limpio los responsables del viaje (que se quedan en origen) o el "peaje" que se abona a la vigilancia del país, para que haga la vista gorda ante la salida de la embarcación.

De acuerdo a estos parámetros, una expedición de cuatro ocupantes no es rentable y, con toda seguridad, llegaron bastantes personas más, aunque, de momento, se desconozca su paradero.

A pesar de que los cuatro localizados ya han prestado declaración en la Comisaría de Maspalomas, todavía no han trascendido detalles que puedan aclarar algo de esta expedición.

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Pide el cierre del centro de retención

Una delegación del Parlamento Europeo pidió ayer la clausura del centro de acogida de inmigrantes ilegales de Nuadibú (norte de Mauritania), al que va a parar una gran parte de los ocupantes de los cayucos interceptados en su viaje a España. Miguel Portas, eurodiputado portugués y miembro de la delegación que estos días visita Mauritania en viaje oficial, explicó que las razones por las que se creó este centro en 2006, financiado en parte por España, ya no existen, puesto que el flujo de inmigrantes indocumentados que se hacen a la mar en Nuadibú con rumbo a España ha descendido considerablemente.