El director general de Tráfico, Pere Navarro, señaló ayer que la DGT tiene previsto instalar entre 150 y 200 radares fijos cada año hasta alcanzar un número de puntos de control que "esté relacionado con la longitud de la red de carreteras", aunque no concretó ninguna cifra porque afirmó que el "debate no está cerrado".

Durante un desayuno informativo organizado por Nueva Economía Fórum en Madrid, señaló que "el incremento" en el número de radares que controlan la velocidad de los conductores en las carreteras "ha de hacerse poco a poco" y "no puede ser un crecimiento ilimitado", por lo que abogó por poner un tope relacionado con los kilómetros de vías, como se está debatiendo en otros países europeos. "Nos gusta el mensaje de que, en un momento dado, si quieres más radares vas a tener que quitarlos de un sitio para ponerlos en otro", subrayó.