Los adolescentes de 14 y 16 años arrestados durante la tarde del martes como presuntos autores de la muerte violenta de un ciudadano británico en Costa del Silencio, en Arona, ingresaron ayer en el centro de medidas judiciales Valle Tabares por orden de la Fiscalía de Menores. Los jóvenes, de nacionalidad chilena y uruguaya, fueron llevados a mediodía al Palacio de Justicia de la capital tinerfeña. A los dos se les imputa homicidio y robo con violencia.

A las 16:00 horas de ayer ingresaron en las instalaciones del centro de medidas judiciales de Valle Tabares. Supuestamente, los adolescentes latinoamericanos reconocieron "en parte" su participación en los hechos. De esta manera concluye una parte de la investigación desarrollada por la Guardia Civil y que ha sido calificada por algunas fuentes de la Administración de Justicia como una "actuación profesional muy buena".

El acusado natural de Chile es vecino del pueblo de Las Galletas y estudiaba en el instituto del barrio de La Estrella. De hecho, su arresto se produjo en dicho centro, como publicó EL DÍA en su edición de ayer. Teniendo en cuenta la edad del chico y el entorno de la actuación, los agentes lo sacaron por una puerta trasera.

Algunos alumnos del citado complejo dijeron que no conocían a los implicados, mientras que una integrante del equipo directivo declinó hacer manifestaciones. Toda la documentación elaborada en el centro sobre lo sucedido fue entregada al departamento de Inspección de la Consejería de Educación del Gobierno canario, como establece el protocolo para este tipo de hechos.

Aunque este periódico trató de recabar la versión del Ejecutivo autónomo sobre la noticia, desde el organismo responsable de Educación no quisieron pronunciarse al respecto, ya que se trata de un asunto que afecta a menores de edad. Además, personal del citado instituto lamentó que el nombre del centro se relacione con un suceso tan dramático como éste.

El Juzgado de Instrucción número 2 de Arona decretó el secreto de sumario.

La intensa investigación desarrollada por los miembros de varias unidades del Instituto Armado dio sus frutos en poco más de 24 horas desde que se descubriera el cadáver de Peter H.C. en la vivienda "G1" de la urbanización Tamaide.

Hasta primeras horas de la tarde de ayer, agentes del Equipo de Policía Judicial con base en Playa de las Américas continuaban la búsqueda del arma blanca que fue utilizada en la muerte violenta.

La víctima recibió tres heridas incisocontusas, según informaron fuentes de la Benemérita el pasado martes. Dos puñaladas fueron detectadas a la altura del tórax, mientras que la tercera se produjo en el muslo derecho.

Familiares

La hija del fallecido llegó a Tenerife el pasado martes a raíz del homicidio y se aloja en la vivienda de un familiar. Por su parte, estaba previsto que la esposa de Peter H.C. viajara ayer a la Isla. Al parecer, la descendiente del ciudadano británico se entrevistó con funcionarios de la Guardia Civil para conocer las circunstancias en las que se produjo la muerte violenta.

Por ahora, se mantiene la hipótesis de que el homicidio tuvo lugar durante un robo con violencia. Para fundamentar esa teoría, los agentes cuentan con las certezas de que el interior del domicilio estaba revuelto y que dos ventanas fueron forzadas. El inmueble donde apareció el cadáver permanecía ayer precintado por la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de Santa Cruz de Tenerife en una calle por donde apenas transitaba algún coche y donde algunos vecinos declinaban hacer declaraciones a los periodistas.