"Transitoriedad" se ha convertido en la palabra clave en las negociaciones entre el Gobierno y los sindicatos de la enseñanza para definir los criterios que regirán las listas de trabajadores interinos y sustitutos. Dado que la Administración no cede en su intención de que la experiencia laboral deje de ser el factor preponderante, y ya que al menos ha accedido a tenerla en cuenta, los representantes de los trabajadores quieren un sistema temporal que garantice que los actuales componentes de las listas no se vean perjudicados.

Ayer se produjo el segundo encuentro entre ambas partes, en el que se constató que el Ejecutivo persiste -de forma "intransigente", según Pedro Crespo, de ANPE, que asistió junto a CEM-Satse- en que los resultados de las oposiciones tengan un peso del 55% y la experiencia del 45%.

Pese a que las organizaciones sindicales creen que el margen de la experiencia puede ser mayor -ANPE recordó que en otras regiones lo es y CCOO asegura que puede llevarse hasta el 49%-, su prioridad es establecer una fórmula que permita permanecer en las listas de forma transitoria a quienes las integran actualmente. CCOO quiere que estas personas sigan en los puestos que ocupan hasta que se jubilen o accedan a una plaza de funcionario, mientras que UGT propone que a partir de 2011 se beneficien de esta transitoriedad los trabajadores con cincuenta años cumplidos y un mínimo de años trabajados.

Antes de la próxima reunión, aún sin fecha, la Administración entregará un documento con sus intenciones. STEC-IC criticó ayer al Gobierno por pedir propuestas antes de explicar su postura.

Por su parte, los sindicatos de Sanidad destacaron el talante inflexible que marcó la reunión de negociación con la Administración. Recordaron que las listas de contratación de Sanidad se actualizaron por última vez en 1997.

José Tapia, secretario general de Sanidad de Comisiones Obreras (CCOO) Canarias, explicó que los sindicatos han tratado de modificar el sistema de valoración de 55% para el examen y 45% para méritos y antigüedad, alegando que "para una lista de contratación temporal no hace falta tanto rigor".

"El examen no puede ser eliminatorio, sino un mérito más", dijo. Tratan de rebajar la nota de apto de un cinco a un dos y medio, aunque aún no hay nada claro.

Fran Bautista, secretario insular de Sanidad de UGT, añadió que con estas modificaciones tratan de salvar los trabajos de mucha gente con una amplia experiencia, pero que podrían fallar en un examen escrito.