La ministra española de Igualdad, Bibiana Aído, presidió ayer la primera reunión de representantes de la UE sobre violencia de género, materia que, junto a la lucha contra la discriminación, será prioritaria en la agenda social europea de este semestre.

España confía en lograr el consenso necesario dentro de la UE para aprobar la puesta en marcha de un Observatorio Europeo sobre violencia de género, de un teléfono para asesorar a las víctimas "vivan donde vivan" y de la orden de protección europea para las mujeres amenazadas.

"Los problemas comunes, requieren soluciones comunes", dijo Aído, quien planteó la necesidad de identificar y eliminar las barreras que impiden la plena participación e incorporación laboral de la mujer.

Europa "no puede permitirse el despilfarro de capacidad e inteligencia que supone no contar con las mujeres".

Destacó la importancia de trasladar el programa político de igualdad al nuevo modelo productivo europeo y, por ello, defendió la necesidad de reforzar estas políticas "como elemento imprescindible de progreso".

"No es posible implementar un modelo de estas características sin apostar por la plena incorporación de las mujeres al mercado de trabajo y a los ámbitos de decisión, tanto político como económico", señaló.

Respecto a la violencia machista, Aído se mostró optimista sobre la puesta en marcha de un observatorio que realice un diagnóstico común "para conocer la dimensión clara del problema" y dijo que esta labor podría ser asumida por la Agencia de Derechos Fundamentales de la UE junto con el Instituto Europeo de Género.

Sobre la propuesta de crear un teléfono europeo de atención, similar al 016 que funciona en España, dijo que "está teniendo una buena acogida" y existe apoyo de varios países.

La ministra destacó los esfuerzos que están realizando, principalmente los responsables de justicia europeos, para poder consensuar una orden de protección "para que todas la víctimas, vivan donde vivan, tengan un nivel mínimo y homogéneo de protección".

La presidencia española de la UE continuará impulsando los trabajos realizados por Francia y Suecia para aprobar una directiva de Igualdad de Trato y no Discriminación.

"No se puede responder de forma distinta a las discriminaciones en función de cuál sea la causa que la origine", dijo Aído, quien reconoció que en este asunto "la situación es compleja por la posición que mantienen algunos países".