El ministro español de Fomento, José Blanco, consideró ayer que "será inevitable la utilización de escáneres en los aeropuertos" para garantizar la seguridad de los pasajeros, siempre que se respeten los límites de su intimidad.

Blanco se reunió en Washington con el secretario de Transportes de EEUU, Ray LaHood, para discutir sobre la segunda fase de negociación del tratado "cielos abiertos" con la UE y con la secretaria de Seguridad, Janet Napolitano, con quien trató sobre la seguridad en los aeropuertos.

Napolitano asistirá a la reunión informal de ministros de Interior de la UE que se celebrará en Toledo entre el 20 y 22 de enero.

Blanco dijo que tras el intento de atentado de un pasajero que volaba a Detroit procedente de Amsterdam se han detectado fallos en los sistemas de seguridad y tanto la UE como EEUU se han comprometido a trabajar conjuntamente para mejorar estos dispositivos y permitan dar una respuesta más eficaz a la "amenaza global".

Uno de los asuntos de los que se habló fueron los escáneres corporales que algunos países estudian introducir en los aeropuertos, y que ha levantado las quejas de las organizaciones de derechos civiles, así como el intercambio de información entre países.

"Hemos repasado elementos que pueden contribuir a reforzar la seguridad en los aeropuertos y uno de ellos son las nuevas tecnologías", en concreto hizo referencia a los instrumentos que detectan metales, explosivos y los escáneres, cuyo uso fue rechazado por el Parlamento Europeo en el 2008.

Blanco reconoció que "hay un debate muy importante entre el derecho a la intimidad de la gente y la garantía de seguridad" en el caso de estas máquinas, pero consideró que el actual sistema de cacheo también invade la intimidad.

Dijo que hay que hallar una respuesta que combine el respeto a la intimidad y garantice la seguridad de los usuarios, que "son víctimas también de la amenaza terrorista", y que les evite las incomodidades de los sistemas de prevención.