El temporal obligó a las compañías aéreas a cancelar hasta las 18:00 horas de ayer 270 vuelos en el aeropuerto de Barajas, que, según Aena, opera a plena capacidad después de que por la mañana el hielo, la nieve y la niebla ralentizaran los movimientos hasta provocar retrasos de seis horas.

Según Aena, entre las 13:00 (cuando el aeropuerto volvió a operar en sus cuatros pistas) y las 18:00 había programados 177 vuelos y se efectuaron 212, lo que supone un 20% más de lo previsto.

El ente público detalló que hasta las 18:00 se habían operado 521 de los 1.220 vuelos programados para ayer.

En las terminales del aeropuerto madrileño se registraron colas de viajeros que vieron cancelados su vuelos o perdieron sus conexiones y que esperaban conseguir un nuevo pasaje para llegar a su destino.

La niebla obligó a activar los procedimientos de baja visibilidad en la plataforma, y hasta las 13.00 el aeropuerto madrileño operó sólo con dos de sus cuatro pistas.

En algunos momentos, por motivos de seguridad, se limitaron a 15 los aterrizajes y los despegues permitidos a la hora, cuando en circunstancias normales se operan hasta 48, lo que contribuyó a aumentar las demoras de los vuelos.

Además, el hielo que cubría la plataforma ralentizó las tareas de asistencia a los aviones, según las compañías, mientras Aena recordó que, debido a la bajada de temperaturas, las aeronaves tenían que pasar por los puntos de deshielo antes de su despegue, una operación que puede durar hasta una hora en aviones grandes y 20 minutos en pequeños.

Y por si esto no fuera suficiente, el mal tiempo reinante en Reino Unido, Francia, Alemania, Portugal, Bélgica e Italia alteró también el tráfico aéreo europeo.

Las mayores demoras las sufrieron dos aviones de Iberia a Montevideo y Johannesburgo, que tenían que haber salido la noche del domingo, lo que no fue posible porque la tripulación se pasó de horas.

También se excedió en horas la tripulación de un avión de Aerolíneas Argentinas con destino a Buenos Aires previsto a las 22.30 horas del domingo, cuyos viajeros estuvieron cuatro horas dentro de la aeronave hasta que se les condujo de nuevo a la terminal y de allí a un hotel del pueblo de Barajas.

Perder los nervios

Hubo también viajeros que perdieron los nervios, como un grupo de 60 que iban a volar a Barcelona a las 21.40 del domingo con Air Europa y que ayer bloquearon la puerta de embarque de otro vuelo en señal de protesta por "el abandono al que fueron sometidos por la compañía". Dijeron que pasaron la noche en la terminal, mientras la compañía asegura que estuvieron en hoteles y que finalmente viajaron a las 13.30 de ayer en un avión de Vueling.

Los que sí consiguieron plaza en un hotel fueron seis donostiarras que expresaban su sorpresa por tardar más de 24 horas en llegar a San Sebastián por aire. Aterrizaron a las 17.00 del domingo en Barajas para coger una ruta a las 20.00, que nunca salió, y vieron cómo ayer todos los vuelos que les iban asignando se iban cancelando.

"A ver si hay suerte y lo logramos en el de las 20.00", comentaban, mientras se dirigían resignados a la cola del mostrador de atención al cliente para conseguir un nuevo pasaje.

Y es que en estas colas los pasajeros esperaron hasta cuatro horas. Las compañías trabajaron contrarreloj para subsanar los desajustes en las programaciones, que funcionan como un dominó, en el que las rotaciones de tripulaciones y aviones pueden jugar muy malas pasadas.