La Consejería de Educación ha recibido con "sorpresa" la reacción de la Universidad de La Laguna al documento base del futuro Plan Canario de Educación Superior, un texto que se topó el miércoles con el rechazo casi unánime del Claustro de la institución, incluido el propio grupo de gobierno.

El director general de Universidades, Juan José Martínez, ha recordado que el equipo directivo de la ULL participó en la elaboración del documento y que tanto el rector como el vicerrector de Ordenación Académica le dieron su "visto bueno" en el seno del Consejo Universitario de Canarias.

Además, el director general recalca que la ULL no planteó nuevas aportaciones durante la fase de alegaciones del texto. No obstante, precisa que, si las hubiera, el Gobierno está dispuesto a incluirlas. "No vamos a dejar fuera propuestas tan valiosas como las que, sin duda, va a hacer la Universidad de La Laguna, pero, si no las conocemos, es muy difícil que estén en el documento", comenta.

A juicio de Martínez, el proceso de diseño del plan es "amplio, consensuado y participativo" y "no tiene precedentes" en el ámbito de la educación universitaria. En este sentido, asegura que en una primera fase -en la que se confeccionó el documento base- se incorporaron todas las propuestas que realizó la ULL.

Así, detalla que la elaboración del documento fue encomendada a un equipo de profesores de las dos universidades y que, para la definición del primer texto, se contó con el análisis de los distintos departamentos del Gobierno de Canarias, una macroencuesta a empresas del Archipiélago y un estudio encargado al equipo redactor del Informe sobre Universidades de la OCDE.

"Esta primera propuesta se trasladó a los equipos de gobierno de las universidades y sus consejos sociales, que durante dos meses hicieron propuestas para su inclusión en un segundo documento, que es el que se ha dado traslado a los diferentes agentes sociales y económicos, administraciones públicas y comunidad universitaria", prosigue.

Los reparos de la institución al texto obedecen, fundamentalmente, a la omisión de aspectos como la financiación necesaria para implantar nuevas titulaciones o la distribución de éstas entre las dos universidades canarias. El director general apunta que estos asuntos no son el objetivo del documento, que se dirige a "establecer las prioridades estratégicas de la oferta de educación universitaria en el Archipiélago para los próximos años en función de las necesidades presentes, futuras y potenciales que la sociedad canaria requiere".

En cuanto a la financiación, el contrato programa con las universidades contempla "mecanismos para crear nuevas titulaciones", por lo que, según Juan José Martínez, no tienen fundamento las críticas al Gobierno por pedir nuevos estudios "a coste cero".

Tampoco comparte Martínez que el texto llegue tarde, ya que, recuerda, las universidades acordaron no acometer el estudio e implantación de nuevas titulaciones hasta completar la adaptación de las actuales al Plan Bolonia.