El informe que realizó el doctor J.J.A.M. en el centro médico de El Mojón, en el municipio tinerfeño de Arona, fechado a las 21:43 horas del 24 de noviembre, precisaba que la pequeña Aitana presentaba "parada respiratoria, múltiples hematomas y contusiones en cara, tórax, abdomen, mordedura en antebrazo derecho, quemadura dorsal y desgarro anal y vaginal", lesiones presuntamente producidas por "malos tratos", según el parte médico al que ha tenido acceso EL DÍA.

El Hospital de La Candelaria recibió a la paciente esa misma noche y diagnosticó que la menor se encontraba en estado de coma, con múltiples hematomas en el abdomen, y también avaló el "desgarro anal y vaginal".

Al día siguiente, los pediatras del Hospital Universitario Nuestra Señora de La Candelaria confirmaron a la Guardia Civil que "sí se sospecha de malos tratos, aunque no ven desgarros en vagina o recto", tal y como consta en las diligencias de la Guardia Civil de Playa de Las Américas.

El primer forense que vio a la pequeña Aitana en La Candelaria, concretamente a las 22:45 horas del día 24 de noviembre, nada más ingresar, explica que "más relevancia que las lesiones vaginales tenía el hecho de un PH sanguíneo muy acidótico que reflejaba una anoxia prolongada y una posible lesión anóxica cerebral". Es decir, la niña sufría un cuadro traumático abdominal, pero se detectó un golpe en la cabeza.

Así lo refleja la declaración realizada por este primer médico forense a los agentes de la Guardia Civil. El mismo doctor comprobó, el día 26 de noviembre, tras la muerte de la niña, que no existía la "violación" puesta de manifiesto desde un primer momento.

La reanimación

El forense mencionado con anterioridad observó "en fotografías realizadas intraoperatoriamente dos desgarros en ojal de los mesos intestinales... que podrían deberse a una fuerte aceleración y desaceleración con bamboleo visceral". Un experto explicó a este periódico que dichas lesiones se produjeron en los dos intentos de la reanimación cardiovascular que se le habían realizado a la niña Aitana. Además, ya se confirmó que no existían signos "que pudieron presuponer abusos sexuales".

B.G., la madre de la criatura, se desplazó hasta el Hospital de La Candelaria a las 7:30 horas del 25 de noviembre y exculpó ante la Guardia Civil "de toda responsabilidad a Diego, afirmando que todo lo sucedido se debía a la caída que había tenido la niña el sábado 21 en un parque infantil de su urbanización". La autopsia definitiva confirma que la pequeña se cayó cuando subía al tobogán por una escalera de madera.