El alcalde de Santiago del Teide, Juan Damián Gorrín, desconocía si el día de la tragedia ocurrida en la playa de Los Guíos la cinta de protección estaba en la zona, pero dijo que según le comentó a raíz de la tragedia el socorrista que ese día estaba en la playa, "sí que había una cinta de delimitación de zona" y de que incluso había advertido a bañistas para que no accedieran al área "restringida".

Así consta en las declaraciones realizadas por el alcalde sureño a la Policía Judicial de la Guardia Civil de Las Américas, remitidas al Juzgado de Primera Instancia Número Tres de Arona y a las que ha tenido acceso El DÍA. Dos personas, una joven tinerfeña y una madre de nacionalidad británica, perdieron la vida tras el derrumbe.

Gorrín testificó, además, que en ningún momento la Demarcación de Costas recomendó el cerramiento de la playa al completo y que dicha recomendación "tampoco la hicieron los técnicos de la oficina técnica municipal". El alcalde santiaguero declaró que el ayuntamiento "se limitó a hacer lo que le recomendaban los componentes de la oficina técnica tras su primera visita tres días después del primer desprendimiento".

Primer derrumbe.- Gorrín declaró ante la fuerza instructora que el pasado día 2 de octubre, y a través del jefe de la Policía Local, tuvo conocimiento de un desprendimiento de piedras en la misma zona. Que ese día el desprendimiento fue "leve", pero la zona "quedó delimitada por cinta plástica para evitar males mayores". Añadió que todos estos extremos constan en el informe emitido por la Policía Local y que remitieron al ayuntamiento para su conocimiento. Mantiene, tal y como consta igualmente en las diligencias, que también recibieron un informe de bomberos voluntarios referente a la actuación practicada en esa playa el mismo día 2 de octubre. El regidor declaró que a raíz del incidente, el día 5 del mismo mes, técnicos municipales hicieron una valoración del terreno y "les recomienda acotar una zona de la playa" y que el concejal de Obras y efectivos de mantenimiento "procedieron al cierre de la zona de la playa, que según la oficina técnica se podría ver afectada".

Aseguró que en la zona pusieron un mástil con bandera roja indicando el peligro del lugar, y que el cerramiento consistió en la delimitación de la parte próxima a donde se habían producido los desprendimientos con cinta plástica y unos postes de acero a los que amarraron la cinta.

El día 2 de octubre se hizo "algo provisional" y luego, en este caso tres días después, "sí que se hizo con materiales y quedó más adecuado", declaró. En cualquier caso, Gorrín trasladó a la Guardia Civil que no estaba presente cuando "colocaron el balizamiento" de la zona afectada, pero que sí fue informado por el concejal responsable del área.

La Policía local.- El jefe policial elevó un informe en el que se recomendaba la inspección o medidas urgentes, pero "no recibió instrucciones al respecto, si bien de propia iniciativa se comprobó en varias ocasiones por parte de la Policía que la zona quedaba delimitada". Así consta en las diligencias policiales tras las declaraciones realizadas por el oficial. El jefe de la Policía desconocía si la cinta estaba colocada el día del derrumbe, si bien pudo apreciar después de su llegada al lugar que había una "ya recogida" por los servicios de emergencia y que "se apreciaba una vieja y otra nueva que debió ser la que se colocó tras el accidente".