El crecimiento demográfico, la estructura de edades en una sociedad y la composición familiar influyen de manera importante en el cambio climático, según el informe sobre el "Estado de la Población Mundial 2009", presentado ayer.

Según este estudio, el crecimiento demográfico del planeta no es el elemento determinante del cambio climático, pero sí influirá en su evolución y en la manera en que las poblaciones se adaptarán a sus consecuencias más visibles, como el aumento del nivel del mar, la violencia de las tormentas y la intensidad de las sequías.

Los expertos llegan a decir en el informe, como ejemplo, que un divorcio puede generar más emisiones de gases de efecto invernadero que un nacimiento, por cuanto una familia se divide y supone, en adelante, dos hogares, probablemente dos coches y, en general, una situación que significa prácticamente duplicar el consumo de energía doméstica.

El director de la división técnica del Programa de la ONU para la Población, Werner Haug, explicó que "si tomamos el caso de países como Uganda o Malawi, donde la población se duplica cada veinte años, podemos imaginar la presión que esto representa sobre el medio ambiente, pero también sobre las estructuras de salud y de educación".

Es evidente, agregó, que tal nivel de crecimiento poblacional dificulta la adaptación al cambio climático. Por eso, el estudio plantea que la ralentización del crecimiento demográfico contribuiría a reducir la liberación de gases de efecto invernadero en la atmósfera.

A ese respecto, Haug explicó que si para 2050 la población mundial fuese de 1.000 millones de personas menos que el máximo estimado (10.500 millones), ello supondría una reducción de las emisiones equivalente a la que se lograría si todas las plantas de combustión de carbón fuesen reemplazadas por energía eólica.

Según el experto, el crecimiento demográfico representa entre una séptima y una doceava parte de la composición del cambio climático.

"El crecimiento demográfico no es el factor principal del aumento de las emisiones de gases, ya que esto está vinculado a la industrialización y la utilización de combustibles fósiles, aunque contribuye de manera importante", insistió el experto.

Se calcula que, desde 1850 hasta la actualidad, entre el 40 y el 60% de las emisiones de gases que han generado el calentamiento del planeta se deben al crecimiento demográfico.

Con respecto a la influencia del desarrollo económico, el informe subraya que los hogares en países de ingresos altos, que suelen contar con pocos miembros, generan más gases de efecto invernadero que los hogares en naciones en desarrollo, compuestos en general por más personas.

La influencia demográfica en el cambio climático se hace aún más evidente en los países de economías emergentes y de rápido crecimiento, como India y China, sobre todo si optan por implementar modelos de sociedad que imitan estilos de vida y de consumo a Occidente.