Alrededor de dos kilómetros tienen que caminar los vecinos del Palm-Mar para llegar a la parada de guaguas más cercana, "puesto que tenemos que desplazarnos desde el interior del núcleo hasta la carretera general de Las Galletas", expresan los residentes.

Afirman que este problema fue trasladado al gobierno local de Arona en una reunión hace "un año, pero hasta la fecha no han llevado a cabo ninguna acción para resolver la actual situación".

De este modo, explican que "el alcalde, José Alberto González, y varios concejales del gobierno local se comprometieron a hacer cuantas negociaciones fuesen necesarias con Titsa para que las guaguas entrasen por este núcleo turístico y residencial, creando algunas paradas. Hasta la fecha dicha promesa ha caído en saco roto".

"Mucho nos tememos que no ha habido ninguna reunión entre el gobierno municipal y el Cabildo de Tenerife para tratar este asunto", comentan indignados los vecinos.

Exigen voluntad política

Indican que no disponer de un servicio de guaguas que recorra, al menos, la calle principal del Palm-Mar "está ocasionando muchos problemas. Mayores y padres con hijos de muy corta edad son los más afectados cuando necesitan trasladarse a otros puntos de la comarca o del municipio".

Manifiestan que "con un poco de voluntad política, si la hubiera, este problema de movilidad se resolvería. La impresión es que a los nacionalistas poco le preocupan los problemas de los vecinos y sólo se ocupan de los intereses que a ellos más les convienen".