1.- Tiene que estar contento mi amigo Eligio Hernández por cómo ha llevado el juicio de Sole Perera, la portuense madre de acogida de la niña Piedad (nombre supuesto), cuyo caso ha ocupado páginas y páginas en los medios de comunicación. Sole desobedeció reiteradamente a una jueza porque creyó que estaba vulnerando sus derechos y se negó a entregar la niña a su madre biológica. Otra jueza penal la condenó a nueve meses por "desobediencia reiterada", pero Eligio pudo demostrar a la Sala de la Audiencia Provincial de Las Palmas que el juicio no se celebró de manera correcta: no se dejó entrar a los periodistas que esperaban fuera y que querían asistir como público y el alguacil se olvidó de salir a la puerta del salón de juicios para gritar eso que se dice siempre: "¡Audiencia pública!". Parece que a la jueza actuante no le gustaba demasiado que se conocieran ciertos aspectos del juicio, así que Eligio la pilló, aunque el Consejo General del Poder Judicial no atendiera su queja contra la magistrada, sino que la archivó, como hace casi siempre.

2.- Sole Perera está de enhorabuena porque también el Tribunal Supremo ha dado un espaldarazo a las madres de acogida, dudando del arrepentimiento exprés de los progenitores biológicos que han sido privados de la custodia de sus vástagos. Una sentencia que solucionará muchos casos. Entre ellos, el de la niña Piedad. Lo más lógico es que esta pequeña volviera con su madre de acogida y espero que Sole Perera gane la gran batalla final. Por cierto, el juicio por desobediencia tendrá que celebrarse de nuevo, con todas las garantías de publicidad, para no crear indefensión, y con un juez/jueza distinto a la que disparató la vez anterior. ¡Bravo, Sole!, has demostrado que eres una madre de acogida/coraje.

3.- De vez en cuando se producen sentencias que reconfortan. Esta vez, el ponente ha sido el magistrado Salvador Alba, pero en la pieza judicial se indica que el fallo recoge el pensamiento unánime del tribunal. La jueza de la condena se lleva un buen varapalo en la sentencia, que se refiere a numerosos fallos de procedimiento. Eligio Hernández, un sabio abogado, magistrado en excedencia, ha llevado el caso con una dedicación encomiable. Ha ido paso a paso, quemando etapas hasta lograr la resolución que se comenta y que a mí personalmente me llena de alegría. Nueve meses de cárcel por pedir justicia a la Justicia me parece un disparate. Sole ha sufrido mucho con el caso de Piedad. Toda la opinión pública está con ella y también varias de las autoridades que se ocupan de los menores (otras parece que no). Por fin se ha hecho justicia. Ahora lo que queda es que le entreguen a la niña, que creo se encuentra en un centro de acogida, o al menos se encontraba hace unos meses. ¡Bravo, Sole! Estás a punto de ganar no una batalla, sino la guerra entera.