Las empresas extranjeras ubicadas en España critican la falta de flexibilidad del mercado laboral para poder contratar y despedir, al tiempo que señalan la restricción de crédito en 2009 como uno de los obstáculos para aumentar sus inversiones y planes de futuro.

Así se desprende del Barómetro del Clima de negocios en España correspondiente a 2009, elaborado por la sociedad estatal Invest in Spain en colaboración con la escuela de negocios IESE y que refleja un empeoramiento de las perspectivas de inversión y de los planes de futuro de estas empresas en España.

No obstante, el informe destaca que las compañías extranjeras implantadas en España mantienen este año la misma valoración positiva del clima de negocios que mostraron en 2008 y que asciende a 3,1 puntos sobre 5.

El consejero delegado de Invest in Spain, Javier Sanz, valoró que, a pesar de la crisis económica, España mantenga la sexta posición dentro de los países de la OCDE como mayor receptora de flujos de inversión extranjera en 2009, aunque señaló que la actual coyuntura económica ha provocado que las inversiones extranjeras en España cayeran el 60% de enero de 2008 a junio de 2009.

"La posición de España es razonablemente buena frente a la situación internacional", dijo, tras advertir que en los primeros seis meses de 2009 los países de la OCDE redujeron sus flujos de inversión extranjera directa el 46% .

El Barómetro también revela que entre las principales fortalezas que destacan los inversores extranjeros de la economía española se encuentra el clima competitivo, la calidad y disponibilidad de los proveedores, así como las infraestructuras terrestres, las telecomunicaciones y los recursos tecnológicos.

En sentido contrario, el difícil acceso a la financiación y la caída del capital riesgo, así como la falta de eficacia del sistema judicial y los costes del despido forman parte de las carencias que destacan las empresas extranjeras implantadas en España.

En este sentido, Sanz recordó la demanda "recurrente" de la comunidad empresarial española y del Banco de España para introducir elementos de flexibilidad en el mercado de trabajo español, aunque aseguró que "si se analizan las cifras actuales de paro, el sistema laboral es tristemente flexible".

Asimismo, el informe muestra la "cautela" de los inversores extranjeros en España hacia la perspectiva de sus resultados económicos y de sus planes de inversión, que prevén aumentar un 20% respecto al 35% que estimaban en 2008.

Los planes de inversión en empleo también disminuyen casi a la mitad y en el 2009 más del 35% de estas empresas prevén disminuir el empleo.