Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA) ha puesto en marcha un plan que va a permitir a lo largo de 2010 la reducción del ruido, el recorte de emisiones de CO2 en los aeropuertos españoles y un ahorro de 25.000 toneladas de combustible.

El presidente de AENA, Juan Ignacio Lema, presentó hoy, en compañía de los principales representantes de las asociaciones y fabricantes del sector, este plan que prevé, a través de cinco medidas puntuales, reducir los efectos de la actividad aérea sobre el medio ambiente.

La primera fase del plan se llevará a cabo en 2010 y va a suponer que las compañías aéreas puedan ahorrar entre 12 y 15 millones de euros en el gasto del combustible y que se reduzca en 75.000 toneladas al año la emisión de CO2.

Con tal fin, se va a implantar en todos los aeropuertos las llamadas "aproximaciones verdes", es decir la realización de maniobras de aproximación en el descenso durante el horario nocturno con menos ruidos.

Estas aproximaciones van a conseguir obtener una reducción de entre 4 y 6 decibelios en el ruido que soportan las poblaciones situadas a distancias superiores a 18 kilómetros de la pista de aterrizaje.

La segunda actuación se refiere a la implantación de maniobras de precisión en los despegues en aeropuertos de mayor tráfico, para asegurar, en mayor parte, el seguimiento de las rutas, y evitar las desviaciones en las mismas.

También se va a prohibir la operación de aeronaves ruidosas en el aeropuerto de Barcelona, así como en los de Palma, Málaga, Gran Canaria, Tenerife Sur, Valencia y Alicante, en una fase inicial, y más tarde en el resto.

Las aeronaves prohibidas, ninguna de las cuales forman parte de la flota de alguna compañía española, son: B747-200-300; DC8-50/60; B727; Tupolev 154, Iljusin IL-76, y el A300/B2.

La cuarta medida acordada es la implantar un sistema global de monitorización de ruido, que será accesible desde la página web de AENA, y por último, se quiere implantar en todos los aeropuertos la utilización generalizada de los vehículos eléctricos.

Para la implantación de todas estas medidas, el organismo dependiente del Ministerio de Fomento ha contado con la Dirección General de Aviación Civil, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, las asociaciones ALA, AECA y ACETA, el Colegio Oficial de Pilotos, Boeing y Airbus.