El paro en España seguirá aumentando hasta llegar al 20,6 por ciento de la población activa en el último trimestre de 2010, cuando habrá 4.740.000 desempleados, según las previsiones difundidas hoy por el Observatorio del Trabajo Autónomo de ATA.

El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, afirmó en la rueda de prensa de presentación de un informe sobre la coyuntura económica española, que la recuperación en España será más tardía que en el resto de Europa, así como "lenta y mediocre durante unos años".

Amor destacó que la recuperación se topa con los "lastres" que suponen el aumento del paro y del déficit público, la "asfixia" financiera de las empresas, la ausencia de reformas estructurales y el crecimiento de la economía sumergida, con 1,3 millones de empresas "fantasma".

Según el miembro del Observatorio José Barea, el Gobierno no se ha comprometido a respetar el techo máximo de gasto para el próximo año, por lo que se esperan peores datos macroeconómicos que los previstos en el proyecto de ley de los Presupuestos Generales del Estado.

A su juicio, si se toman las estimaciones del Fondo Monetario Internacional (FMI), que prevé un déficit público del 12,3% del Producto Interior Bruto (PIB) este año y del 12,5% el que viene, España pasaría a tener una deuda en torno al 80% del PIB al final del 2010.

En cuanto a los ingresos del Estado, otro de los integrantes del Observatorio, Juan José Rubio, abogó por desarrollar fórmulas de control tributario no sólo sobre los declarantes de impuestos, sino sobre las bolsas de fraude fiscal, entre las que citó determinados colectivos del sector agrario, de la industria de transformación o de los servicios a los consumidores.

Asimismo, Rubio planteó compensar la subida impositiva fijada en los Presupuestos de 2010 con reducciones en tributos directos como el Impuesto de Sociedades, el IRPF o las cotizaciones empresariales.

En relación con los gastos, el Observatorio del Trabajo Autónomo calcula que con 4,8 millones de parados deberían inyectarse otros 6.000 millones de euros al presupuesto inicial del Ministerio de Trabajo para el próximo ejercicio, que es de 23.433 millones de euros.

Otro de los miembros del Observatorio, el director del gabinete de Coyuntura y Estadística de la Fundación de las Cajas de Ahorros (FUNCAS), Ángel Laborda, insistió en la necesidad de crear empleo y reducir los costes laborales.

Lorenzo Amor defendió también las reformas de la negociación colectiva, del diálogo social y del mercado laboral, y destacó que en este último ámbito no se aborda por la negativa de los sindicatos y el miedo del Gobierno a una huelga general.

En opinión del analista Fernando Aguidazu, esta reforma debería unificar los tipos de contrato y de costes laborales para que los despidos dependan de la necesidad de las empresas y no del tipo de contratación.

De esta forma, precisó, el coste del despido se abarataría en los contratos indefinidos y se encarecería en los temporales.