EN SU MOMENTO dijo Alfonso Guerra, uno de los socialistas más nefastos padecidos por este país, que iban a cambiar tanto España, que no la reconocería ni la madre que la parió. Mucho tiempo después, Zapatero está cumpliendo cabalmente lo que dijo el infausto Guerra. ¿Cómo se concibe una Ley del aborto que permite matar a criaturas indefensas, además de autorizar a menores de edad a cometer esos crímenes? Efectivamente: estos socialistas están dejando a España irreconocible hasta para la madre que la parió. ¿Cómo es que España soporta a este Gobierno socialista? ¿Cómo es posible que la gente no se haya soliviantado y se haya echado a la calle de forma pacífica, para forzar su caída mediante unas elecciones anticipadas? ¿Cómo es posible que los sindicatos mantengan una actitud pasiva? Los sindicatos son condescendientes con la mano que les da de comer a costa de las personas que trabajan de verdad. Zapatero ha permitido que en España la mitad de la población trabaje para subsidiar a la otra mitad que no trabaja. Y los sindicatos, como decimos, tan alegres; encantados. Sin embargo, al final hasta los sindicatos se han dado cuenta del disparate de Zapatero y de su Gobierno. Por eso rechazan los presupuestos, ya que "van en contra de los intereses de la clase trabajadora, de las PYMES, los mileuristas y la gente que sufre el pago de la hipoteca todos los meses".

Nosotros decimos que las decisiones del Gobierno de Zapatero, especialmente aquellas relacionadas con la economía, son un ataque a España. Por consiguiente, también constituyen un ataque a la única colonia que tiene España. Canarias sufre las mismas calamidades padecidas por la Metrópoli que la esclaviza. ¿Es esto justo? No; no lo es en modo alguno. Máxime cuando, como decimos, Canarias es una colonia descarada que clama por su libertad y por separarse de la nación que la domina. Los canarios no queremos seguir unidos a un país porque tenemos el nuestro propio. Antes la esclavitud se ejercía de otra forma. Hoy los métodos son distintos, aunque el resultado sigue siendo el mismo: la falta de libertad que nos impide administrar nuestros recursos y tomar decisiones sobre los asuntos que son sólo de nuestra incumbencia, como es el caso de las relaciones internacionales, tanto políticas como comerciales, con aquellos países que consideremos oportunos en cada momento. En definitiva, hoy la esclavitud se ejerce mediante ataduras económicas; las ataduras que nos ligan peligrosamente a un país que Zapatero está hundiendo de forma irreversible en el abismo más profundo que podamos imaginar. ¿Queremos que ese triste destino que le aguarda a España sea también el futuro de los canarios?

Cuando todos los países europeos están bajando los impuestos, porque ven que esta es la forma más eficaz para crear empleo, el torpe Gobierno socialista, además de políticamente canalla, sube los tributos para sufragar su nómina de gandules. Y encima tienen el cinismo de decir que mediante esta subida se fomenta el empleo. Qué desacierto, precisamente cuando en todo el mundo se aconseja una reducción del gasto público y, sobre todo, que no se suban los impuestos. Como ejemplo relativamente cercano, ya que Alemania es un país de la UE, tenemos el caso de la canciller Angela Merkel, quien reiteró ayer lunes su compromiso de bajar los impuestos, tras conseguir suficientes apoyos en los comicios del domingo para romper su pacto con los socialdemócratas y formar una nueva coalición con los liberales. Esa es la diferencia entre un gobernante inteligente y consciente de la realidad de su país, y un botarate político al que ya nadie le presta atención en los foros internacionales, donde hace el ridículo. La consecuencia es que Alemania está saliendo de la crisis, mientras que los problemas de la economía española se prolongan sine die.

El último disparate que le faltaba por cometer a Zapatero, el colmo de sus desatinos, es penalizar el ahorro. Pero no el ahorro de los multimillonarios, que tienen su dinero a buen recaudo en las sociedades de inversión de capital variables (las conocidas SICAVs), sino el ahorro de las familias; el ahorro de las clases medias y de los pequeños y medianos empresarios. ¿Cuándo, volvemos a preguntarnos, se va a levantar pacíficamente el pueblo de España para quitarse de encima a estos socialistas? ¿Cuándo se van a dar cuenta los sindicatos de que Zapatero está atropellando al pueblo y a los trabajadores? El ahorro es lo más sagrado que hay en una familia. Por eso lo atacan unos socialistas que no quieren la continuidad de la familia. Su aspiración es que desaparezca la institución familiar para vivir en la inmoralidad más detestable.

Lo que más nos duele es que la señora canaria de la política pura en Madrid está encantada de prestarle su apoyo a Zapatero. Una tránsfuga lagunera -tránsfuga de partido y de residencia- divirtiéndose y afianzando a los socialistas, a ver si le cae un ministerio. Porque doña Ana Oramas se nos ha hecho socialista ¿Por qué? ¿Qué le han prometido? No le ha importado vender a su gente no por un plato de lentejas, pero sí por una prebenda política que al final no le van a dar porque Zapatero nunca cumple. Y como en EL DÍA hemos descubierto su juego, se permite decir que la insultamos cuando sólo nos hemos limitado a ejercer una legítima crítica política sobre su actuación. No contenta con denostarnos, se ha puesto en manos de la prensa canariona y del socialismo canarión. Así es doña Ana Oramas, a quien tan bien hemos tratado en esta Casa.

Por suerte, no todos los nacionalistas son tan perniciosos para los intereses de Canarias como la señora de la política pura. Nos agradan -ya era hora- las declaraciones realizadas por el presidente del Cabildo sobre el tren del Sur de Tenerife, recogidas por un periódico editado en esta isla. Afirma Ricardo Melchior que este proyecto saldrá adelante digan lo que digan algunos. Se refiere a los falsos ecologistas. Personas tan canallescas que, incluso sin haber sebadales ni nada que defender, han logrado una decisión del TSJC para que se paralicen las obras del puerto de Granadilla. Ahora quieren hacer lo mismo con el tren del Sur. Respetamos a la Justicia y estamos convencidos de su independencia, pero nos llama mucho la atención que el TSJC, cuya sede está en Las Palmas, aplique la ley con tanta dureza cuando se trata de obras proyectadas en Tenerife. Los falsos ecologistas son malvados hasta el punto de contaminar la Universidad de La Laguna; una institución muy respetable para nosotros y para todos los tinerfeños, que han infestado con su ponzoñosa presencia. El día que vuelvan a manifestarse en contra de un proyecto vital, habría que "apalearlos" con otras manifestaciones en contra de sus granujadas.

Creemos, como decimos, en la firmeza de Ricardo Melchior, pero le aconsejamos que tenga cuidado con algunos de sus colaboradores. Por ejemplo, el gerente de Metrotenerife, que ha tenido la desfachatez de ir a Las Palmas a defender un tren inútil como es el que se pretende construir en la isla tercera. Un proyecto que motivará una avalancha de denuncias por prevaricación y malversación de fondos públicos si sigue adelante. Denuncias que se interpondrán de forma directa contra el presidente del Cabildo de Canaria y, sobre todo, contra Román Rodríguez, que es el principal artífice de este proyecto. Junto con ellos, serán llevados a los tribunales todo aquel político o funcionario relacionado con los gastos que se realicen en ese tren. ¿A qué espera Ricardo Melchior para cesar a este incauto que se deja embaucar por los dirigentes políticos canariones, en detrimento del tren de Tenerife? Porque la inversión de ese tren innecesario y ruinoso en Canaria resta dinero a un proyecto urgente e imprescindible como es el tren de Tenerife. El tren de la isla tercera pronto caerá en desuso por falta de pasajeros, y sus vagones se oxidarán a la intemperie de un ambiente salobre.