La población del residencial Ensenada Pelada, formado por más de 200 familias, y la Corporación municipal granadillera se unieron el jueves pasado en el acuerdo plenario que, a propuesta de los socialistas, persigue el desmantelamiento de la central termoeléctrica solar construida parcialmente a 100 metros de las viviendas citadas, cuyos habitantes llevan meses luchando por este objetivo. La gran preocupación de vecinos y políticos es que, atendiendo al estudio que ellos han hecho del proyecto y a sus investigaciones, dicha planta serviría para producir y almacenar metanol y combustible.

Daniel González González, ingeniero inventor de la patente y coordinador de la tecnología, señala que se trata de un laboratorio experimental de energía termoeléctrica solar que estudia los diversos factores atmosféricos y su aprovechamiento para, a través de la conversión con el uso del carbón (en sustitución del hidrógeno), obtener materias que permitan la independencia energética de Canarias.

Es más, afirmó que en estas instalaciones no se producirá ni almacenará metanol y/o combustible, porque para ello se precisan grandes plantas que deberían estar emplazadas en otros espacios más cercanos a las grandes infraestructuras y a las zonas de desarrollo, citando los ejemplos de San Miguel de Abona y Arona.

González González defiende que la central o laboratorio no es contaminante porque al aire se emite vapor de agua, manteniéndose la planta con energía solar y algo de carbón.

El impulsor de esta iniciativa afirma que la legislación vigente le permite instalar este laboratorio y que cuenta con una sentencia del Juzgado número 4 de Granadilla de Abona que así lo reconoce, al admitir que no ha incurrido en infracción alguna. Por tanto, es una causa juzgada y ninguna administración u organismo puede precintarlo, según apuntó.

Daniel González atribuye la alarma social generada en la zona a la falta de información y conocimiento, invitando a quienes lo deseen a examinar esta iniciativa "porque aquí les va el futuro o el desierto".

A su juicio, esta tecnología será fundamental en el desarrollo ya que, una vez puesta en marcha, tendrá capacidad para producir 1.000.000 de metros cúbicos de agua desalada al día y hasta 20.000 megavatios por jornada, así como 2.500 toneladas de gasolina para automoción y aviones en el mismo tiempo.

Los datos

Todo comenzó el 7 de julio de 1967

A las 14:00 horas del 17 de julio de 1967 comenzó a gestarse este proyecto, en el transcurso de una conversación de Daniel González con Francisco Franco. Así lo asegura el ingeniero, quien desde entonces ha estado investigando. Ahora cuenta con el respaldo de la Comisión Europea de la Energía, el Laboratorio Federal de Materiales Reflectantes de Estados Unidos, las universidades de Bristol y Austria, así como del grupo de ingenieros de Organización Numérica y Robótica del Norte de España.

"Esta es una tecnología tan amplia que compite con la fósil y no está al alcance de las florecillas silvestres que hay en España", afirmó Daniel González, quien explicó que "la ofrezco, al igual que mi patente, para el servicio del pueblo porque no busco privilegio ni riquezas. No me las voy a llevar a la tumba".

Daniel González tiene claro que hay mucha ignorancia respecto a este proyecto y aclaró que las plantas que se quieran construir constarán de 1.250 paraboloides de 3.000 metros cuadrados cada uno, situados a 67 metros de distancia entre sí. Por tanto, es imposible emplazarlas en Pelada.