Con el inicio del curso parlamentario sigue adelante la propuesta de Canarias para que España reforme su Ley de Extranjería e incluya en ella la acogida e integración de los menores extranjeros no acompañados que llegan en cayuco, para que esta delicada cuestión sea responsabilidad del Estado y no recaiga en solitario sobre la comunidad que recibe a los niños, como sucede en la actualidad.

La reforma de la ley española desbloqueará el reparto de los menores africanos entre el resto de las comunidades, con el fin de ofrecerles más posibilidades de lograr la integración cuando cumplan la mayoría de edad.

Desde que el primer niño africano no acompañado alcanzara las costas canarias en una patera, hace más de diez años, Canarias ha atendido a más de seis mil menores que han llegado en travesías de pateras o cayucos.

Sin embargo, con el objetivo de lograr que se respeten los derechos de los menores africanos que emigran de su país de origen, Canarias ha sido la que ha tomado la iniciativa para que la Unión Europea (UE) programara por primera vez un debate político entre los gobiernos de la UE sobre el "limbo" jurídico que plantean los menores no acompañados que tratan de entrar irregularmente en Europa, principalmente, a través del Archipiélago y por las costas andaluzas.

Precisamente hoy, los veintisiete ministros europeos de Interior mantendrán en Bruselas un intercambio de puntos de vista sobre esta cuestión, en un debate público que podrán seguir los medios de comunicación. Será la primera vez que se aborde de manera formal a nivel comunitario este asunto, al que el Gobierno español permanece atento de forma especial.

Canarias es consciente de que una comunidad no puede cambiar la normativa nacional y menos la europea, pero se preocupó de implicar a la UE en buscar soluciones, porque los menores que llegan en cayuco desean buscar un futuro mejor en Europa.

Fuentes diplomáticas españolas reconocen que España empezó a llamar la atención de sus socios comunitarios sobre el problema de los menores en 2005, durante la cumbre informal de jefes de Estado o Gobierno celebrada en Hampton Court (Reino Unido). Desde entonces no ha dejado de agravarse el fenómeno de los menores, principalmente africanos, que llegan al territorio europeo sin compañía y en condiciones muy precarias.

La Presidencia sueca de la UE -que se mantendrá hasta finales de año- fue la que quiso incluir este punto en el orden del día del Consejo, además de tratarlo como una de las prioridades de la Agenda de Estocolmo, según confirmó en Canarias el comisario Barrot.

Por su parte, un documento de la Comisión Europea (CE), el pasado mes de junio, reconoce que "los menores no acompañados que entran ilegalmente en el territorio de la Unión plantean un reto específico que deberá ser objeto de un examen detenido seguido de un plan de acción". Dicho plan deberá ir destinado, según la CE, a "consolidar y completar los instrumentos legislativos y financieros aplicables y a reforzar las formas de cooperación con los países de origen, incluso por lo que se refiere a la simplificación del retorno de los menores a su país de origen".

El tratamiento de los menores extranjeros no acompañados es distinto en cada país de la Unión Europea, puesto que todavía no existe una normativa común en esta materia.

España.- Los menores no acompañados que llegan a territorio español quedan a cargo de la comunidad autónoma que los recibe. La ley española permite la expulsión de menores si los niños son devueltos a sus familias o a agencias encargadas de su bienestar social.

Francia.- Los menores pueden estar encerrados en Francia en diferentes lugares. Lo más normal es que sea en la zona de espera del aeropuerto Roissy Charles De Gaulle (CDG). A diferencia de los extranjeros que ya se encuentran en el territorio francés y que, según la ley, no pueden nunca ser objeto de una medida de alejamiento, los menores extranjeros que se presentan en alguna de las fronteras francesas pueden ser devueltos y mantenidos en zona de espera durante el tiempo necesario para la organización de su vuelta. Mientras tanto, se les dota de un "administrador" encargado de intervenir a su lado, con el fin de garantizarles una representación legal en el marco de los procedimientos administrativos y jurisdiccionales en el territorio francés.

Bélgica.- Este país utoriza la detención y la expulsión de los menores que estén no acompañados o en familia (orden Real del 2 de agosto del 2002). Se han habilitado centros cerrados desde 2005 para recibir a menores. De 50 a 75 niños son detenidos allí hasta durante 4 meses.

Italia.- Según la ley italiana, los menores no acompañados no pueden ser objeto de una detención o de una expulsión. En cambio, cuando acompañan a sus padres, los menores pueden ser detenidos en los centros de identificación (CDI) o en los centros de permanencia temporal (CPTA), como último recurso y por un máximo de 20 días. Numerosos menores no acompañados llegan a Italia desde Albania, Marruecos o Rumanía.

Países Bajos.- Los menores, acompañados o no acompañados, pueden ser detenidos y expulsados de los Países Bajos sin ninguna legislación protectora. Aunque se pueda ejercer un recurso contra la duración de la detención ante los

tribunales, la ley no prevé ningún límite. En consecuencia, los menores extranjeros pueden ser detenidos entre cuatro y seis meses con su familia.