Tragedia antigua y drama moderno se dieron cita anoche en la inauguración del festival Ópera de Tenerife 2009, que alzó su telón en la Sala Sinfónica del Auditorio capitalino con "Salomé", de Richard Strauss. La obra maestra del compositor austriaco, inspirada en la pieza original de Oscar Wilde, atrajo a numeroso público, que cubrió el 80 por ciento del aforo para presenciar esta producción del teatro Reggio Emilia firmada por Pier Luigi Pizzi que por primera vez se representa en España.

Oleg Caetani dirigió desde el foso a la Orquesta Sinfónica de Tenerife, coprotagonista de la velada junto a un elenco de voces encabezado por Nicola Beller Carbone, Roman Sadnik, Graciela Araya, Egils Silins y Ferdinand von Bothmer, que respectivamente interpretaron los papeles de Salomé, Herodes, Herodías, Jochanáan y Narraboth.

Sus voces y presencias cobraron una fuerza misteriosa gracias a una puesta en escena que sugiere la soledad cósmica de los personajes al tiempo que "absorbe" al espectador, fijado en la hipnótica contemplación de cuanto se ve y se escucha sobre el escenario.

Todo transcurre en una especie de planeta desolado que actúa como crisol de las pasiones humanas, en la sugerente visión de Pier Luigi Pizzi, que convierte a la luna en el principal espectador de esta "ópera de miradas".

"Salomé" revivirá sobre el escenario del Auditorio mañana sábado, en una segunda función prevista a las 20:30 horas.