El doctor Craig Venter, considerado el padre del genoma humano, apuesta por la utilización de algas marinas como fuente de combustible ilimitada que sustituya al petróleo, pero ha añadido que el mayor problema para la comunidad científica es la creación en cantidades suficientes para cubrir la demanda mundial.

Venter ha explicado en rueda de prensa que la ciencia ya es capaz de crear combustibles alternativos de fuentes inagotables que pueden sustituir al crudo, pero ha puntualizado que el problema "es de escala" y no de alternativas.

El científico ha puesto como ejemplo de los beneficios de la creación de organismos artificiales la posibilidad de crear algas modificadas genéticamente que puedan ser utilizadas como fuente de combustible, por lo que considera que "no debe tenerse miedo al conocimiento".

Venter opina que los científicos deben realizar una importante tarea para explicar a la sociedad los beneficios de la investigación biotecnológica con el fin de eliminar reticencias, y ha recordado que "las mezclas de ADN llevan haciéndose desde hace muchos años" y que los organismos creados artificialmente "no sobreviven fuera del laboratorio".

Uno de los "sueños" de la comunidad científica sería la reutilización a gran escala del dióxido de carbono para la creación de un material plástico que pueda emplearse en los productos derivados del petróleo, ha explicado Venter, quien ha citado España como un lugar "idóneo" para las energías renovables por contar con "los ingredientes básicos: sol, terreno agrícola y agua salada".

Biotecnología

El científico se encuentra actualmente realizando un viaje interoceánico para estudiar la secuencia genética de microorganismos marinos y determinar el tamaño mínimo a partir del cual pueden surgir formas de vida microbiana, como las que Verter considera que podrían hallarse en otros planetas.

Craig Verter participa en la decimocuarta edición del Congreso Europeo de Biotecnología, que del 13 al 16 de septiembre reúne en Barcelona a 1.000 científicos líderes en investigación procedentes de más de 50 países.