SE CUMPLEN por estas fechas los 50 años de vida del hotel Tigaiga, del Puerto de la Cruz. Un establecimiento de primera magnitud, cargado de galardones, reconocimientos y premios que dan a demostrar la gran profesionalidad de sus dueños y del personal que tan gentilmente atiende a sus clientes durante todo el año.

El hotel Tigaiga es, sin lugar a dudas, uno de los hoteles donde aún se conservan las buenas y variadas costumbres gastronómicas. Allí se siguen elaborando con el mayor cuidado y cariño aquellos primitivos platos desde el día de su inauguración, hace medio siglo, hasta el momento actual, con la máxima atención y cariño.

Y en estos momentos no podemos olvidar la gran amistad que nos unía con su dueño y director, don Enrique Talg Wyss, un amigo indiscutible de Tenerife y fiel enamorado de la ciudad del Puerto de la Cruz, a la que supo servir como si de un hijo de la tierra se tratara.

Por ese motivo y por la amistad que desde hace casi medio siglo nos unía, quiero felicitar a los hijos de don Enrique Talg, (q.e.p.d.), a los que ahora llevan las riendas de tan destacada empresa hotelera. Ellos son Enrique, Úrsula e Irene. Tres hijos que bien han sabido llevar en oficio heredado de sus padres y abuelos, siempre tan atentos y cordiales con el turista, con el visitante y con el cliente, como no podía faltar.

Hoy quiero desde estas páginas de EL DÍA felicitar a la familia Talg, y a todos aquellos que con su trabajo han logrado enaltecer al hotel Tigaiga del Puerto de la Cruz y ponerlo entre los hoteles más importantes de Canarias. Pero también por haber seguido con esmerado acierto y total certeza las líneas marcadas por sus padres, como no podía ser de otra manera.

Y creo que ahora más que nunca la dirección de hotel Tigaiga debe seguir manteniendo su estilo primitivo, en estos momentos de crisis que tan de cerca está afectando al mundo de la hostelería y de quienes, de una u otra forma, vivimos del turismo.

Es el único hotel del Puerto de la Cruz que ha querido conservar su primitivo estilo de trabajo en todos sus departamentos; otros han caído en la torpeza de la innovación y han perdido calidad, por eso admiramos y apoyamos el estilo de trabajo del hotel Tigaiga y la profesionalidad de todo su personal. No todos los hoteles de Canarias se pueden igualar al Tigaiga. Sus premios a nivel mundial son la mejor tarjeta de identidad, que además identifican una trayectoria marcada por su fundador e ideario, que sigue viva, para regocijo y disfrute de su fija y distinguida clientela.

50 años que son como cincuenta soles, que hacen que el Parque de Taoro tome otro color, aunque se nota la ausencia de otro destacado establecimiento hotelero como lo fue la "escuela" del inolvidable hotel Taoro.

El hotel Tigaiga es todo un ejemplo de profesionalidad. Allí están los buenos maestros de la cocina, los que nunca cambiarán sus primitivas formas de cocinar, esa fue la línea marcada por don Enrique Talg y la logró ampliamente, y se sigue aplicando, y ojalá esta costumbre nunca se cambie, porque el prestigio de este hotel así lo requiere y sus clientes lo agradecen.

Felicidades, una vez más, a los herederos de esta empresa, y los libros de sus padres los deben conservar cuidadosamente: los de la fidelidad, los de la profesionalidad y los de la amistad. De ellos se valieron don Enrique y doña Gisela muy acertadamente. Ahora les toca a Enrique, Úrsula e Irene continuar por la misma senda de progreso y profesionalidad de sus padres, para quienes le pedimos a Dios los tenga en el lugar de los justos.