"Lo que sabemos de la gripe A los sabemos por la tele o los periódicos", así de claro se muestran los presos de Tenerife II cuando se les pregunta si están al tanto de la nueva gripe y de las medidas de prevención que se deben tomar por tratarse de un colectivo de alto riesgo. "Aquí nadie nos ha explicado nada", sentencian.

En la actualidad, los cuatro centros penitenciarios de las Islas están al doble de su capacidad, lo que se traduce en hacinamiento, una situación que ha sido denunciada por todos los sindicatos en los últimos años, pero que no se termina de resolver.

Esta situación de masificación es especialmente grave para favorecer el contagio de la gripe A, puesto que se propaga por el aire con gran facilidad.

Mientras que Instituciones Penitenciarias ha elaborado un protocolo específico para la protección de los funcionarios de prisiones y ha comprado guantes y mascarillas para minimizar los contagios, lo cierto es que los internos desconocen cuáles son los síntomas con los que se presenta esta nueva enfermedad y qué hacer una vez que los tengan.

Instituciones Penitenciarias ya ha informado de que uno de cada tres internos y trabajadores de los centros penitenciarios se contagiará este invierno, sin embargo, ha afirmado que sus esfuerzos ahora se centran en que esta propagación sea progresiva, "de manera que según entran unos en la enfermería o se van de baja, otros vayan saliendo porque ya la han pasado". No obstante, y aunque parece que se han habilitado unas zonas para aislamiento sanitario, por el momento a los internos no se les ha comunicado nada al respecto y en su mayoría desconocen cómo actuar.

Para la Asociación de Familiares y Amigos de Presos de Tenerife II (Afaprete), "lo que sucede es intolerable, porque están viviendo hacinados y no se toma ninguna medida al respecto, y si el resto de la población tiene que aislarse desde que cree que puede estar enfermo, pues con más motivo en Tenerife II".

En este sentido, recuerdan que debido a las características sanitarias de la población reclusa, "se tendrían que estar tomando medidas incluso más fuertes que en cualquier otro lugar, puesto que existe un elevado número de internos que tienen sida, tuberculosis y hepatitis, y son enfermedades que pueden agravar mucho la gripe A".

Y apuntan que "si se ha previsto la vacunación de los funcionarios y trabajadores que lo deseen por tratarse de un colectivo de alto riesgo, no se entiende que a los reclusos ni siquiera se les haya informado de si tienen derecho a hacerlo, sobre todo a aquellos que ya tienen enfermedades graves".

Sin embargo, resulta cuanto menos dramática la reflexión que hacen los miembros de esta asociación al afirmar que "ante este pasotismo, parece que lo que quieren es que se vacíen las cárceles a costa de la muerte de todos estos enfermos, porque si se contagian tienen serio riesgo de morir. Todo el mundo lo sabe, pero nadie hace nada".

Afaprete indica que "si a nosotros nos lo permiten, estaríamos encantados de realizar charlas informativas al respecto de manera completamente gratuita, porque para eso contamos con numerosos voluntarios deseosos de mejorar la calidad de vida de los internos, pero ya conocemos cómo es el procedimiento oficial y nos tememos que entre unas cosas y otras no nos autoricen a hacer hasta dentro de dos meses o más, así que lo que pedimos es que alguien se haga responsable de esta cuestión ahora que todavía no se ha registrado ningún caso y se informe a los presos de lo que deben hacer".

Cabe recordar que las únicas medidas que hasta ahora se han demostrado eficaces a la hora de limitar el contagio de la nueva gripe es la de lavarse las manos con frecuencia y, en caso de estornudar o toser, hacerlo siempre sobre un pañuelo de papel que hay que tirar inmediatamente.

Respecto a los síntomas, se caracterizan por fiebre súbitamente alta, dolor de huesos, cansancio extremo, dolor de cabeza, tos seca, ausencia de moqueo y dolor de garganta.