BEN MAGEC, organización ecologista al parecer nacida en Las Palmas, que pace en la tercera isla pero que cisca en Tenerife, ha denunciado al Cabildo tinerfeño por carecer de competencias ferroviarias para poner en marcha el tren entre la capital y Playa de las Américas. Nada tiene de extraño esta nueva denuncia por parte de dicho grupo ecologista radical. A nosotros también nos tienen demandados por racistas y xenófobos. ¡Ay, lo que hay que ver! También nos han dicho que las minutas de estos denunciantes han sido redactadas por un político antitinerfeñista, cual es Santiago Pérez; un diputado del Parlamento de Canarias siempre al servicio del socialismo más radical, de los intereses de Las Palmas y de su jefe inmediato, López Aguilar. Al parecer, también ha sido Pérez el redactor de las denuncias de Ben Magec contra EL DÍA. Está en su derecho.

El mismo derecho, pues eso no lo discutimos, que posee toda persona o asociación para denunciar a cualquier institución, incluyendo una corporación insular, si así lo estima oportuno. Tan sólo queremos llamar la atención de nuestros lectores sobre una circunstancia curiosa: la denuncia de Ben Magec contra el Cabildo tinerfeño se ha presentado ante el Tribunal Superior de Justicia de Canarias; un organismo que tiene su sede en Las Palmas. Un hecho suficiente, ya lo verán ustedes, para que este tren se pare mientras que el de Canaria sigue su curso. El de Tenerife, con un gran recorrido, no; el de la tercera isla, con apenas 57 kilómetros -una importante parte de ellos subterráneos, porque en la Isla no hay espacio para un tren de superficie- se puede ejecutar sin ningún problema.

Nos preguntamos cuántos proyectos, cuántas infraestructuras importantes para Tenerife, están paralizadas en estos momentos por culpa de denuncias de organizaciones ecologistas que, o tienen su sede en Las Palmas, o muestran bastantes indicios de estar generosamente subvencionadas en la tercera isla. Una pregunta que trasladamos a nuestros lectores, ya que su respuesta resulta indicativa por sí misma de que EL DÍA no anda errado cuando avisa de ciertas maquinaciones. ¿Puede alguien explicarnos por qué en Canaria se organizan manifestaciones para impulsar la construcción de carreteras, y en Tenerife para que no se hagan? Aquí no se puede cerrar el anillo insular de autopistas, ni construir la segunda pista del aeropuerto del Sur -un proyecto similar va a toda velocidad en Gando-, ni iniciar las obras del puerto de Granadilla, ni afrontar de una vez la vía de cornisa, ni la autopista de enlace. ¿Han visto ustedes la enorme red viaria que circunda la ciudad de Las Palmas? ¿Hasta cuándo hemos de aguantar la hediondez de cada verano en Las Teresitas porque no sale adelante el proyecto para convertir esta playa en la mejor de Canarias, mientras que los habitantes de Las Palmas, y en general de toda Canaria, disfrutan de una bien ordenada playa de Las Canteras? ¿Por qué allí se permite todo y aquí nada? ¿Piensan que somos tontos?

Decididamente, no podemos seguir así. Mientras este Archipiélago sea una colonia dependiente de Madrid, los partidos estatales, PP y PSOE, con sede en Las Palmas, mangonearán y barrerán para la tercera isla en detrimento de todas las demás. ¿A qué esperan los políticos tinerfeños para hacer algo?