La Policía evitó la entrada en España de más de 70 kilogramos de cocaína a través del aeropuerto de Barajas el pasado mes de julio y detuvo a 30 personas que escondían esta droga en el interior del organismo, en fajas adosadas al cuerpo, en dobles fondos de maletas y en distintos artículos.

Según han informado fuentes policiales, la totalidad de los detenidos llegó a Madrid en vuelos procedentes de Latinoamérica y en doce de los casos tenían nacionalidad española, en dos rumana, en otros dos holandesa, en otros tantos dominicana, en dos más estadounidense, y el resto, búlgara, argentina, alemana, portuguesa, venezolana, paraguaya, checa, peruana, lituana y francesa.

En cuanto al método de ocultación de la droga, en trece de los casos los arrestados habían ingerido la droga en forma de bolas o se la habían introducido en el recto.

Otros ocho arrestados escondieron la droga en paquetes que llevaban pegados a distintas partes del cuerpo, como los muslos, las espinillas o la cintura.

En cuatro de la detenciones, la cocaína se había escondido en dobles fondos practicados a los equipajes, y en el resto había sido introducida en distintos objetos como cilindros metálicos o bolsas de alimentos.