El investigador Franches Berenguer comentó en su intervención de hoy 30 de julio en la Universidad de Verano de Adeje que "los jóvenes suelen tener la pornografía como modelo de referencia en las relaciones sexuales". Esta afirmación se desprende de los datos que se han obtenido en un estudio elaborado entre alumnos con edades comprendidas entre 14 y 17 años en casi una veintena de institutos de secundaria de la provincia de Granada.

Los resultados se han conseguido a través de encuestas, entrevistas personales y grupos de discusión, ya que los datos de pregunta y respuesta no siempre coincidían con los obtenidos en las entrevistas personales, tal es el caso de la pornografía, donde los alumnos reconocían en las encuestas cómo la pornografía les influía en un 30 por ciento, pero en entrevistas personales el nivel ascendía a cerca de un 90 por ciento ya que eran más conscientes de esta influencia, según aclaró el ponente.

Otro de los datos destacados por el conferenciante del curso ''Igualdad y masculinidades: ¿Es posible el cambio de los hombres?'', es que el 65 por ciento de los discentes ya han tenido sus primeras experiencias emocionales, afectivas y sexuales, es decir, ''rollos'' o citas con alguna pareja en el rango de edad señalado. El experto comentó que estas prácticas marcan mucho la infancia y estos temas no se trabajan en el aula ni en la unidad familiar. "Nuestro trabajo es intervenir para que no se produzcan roles estereotipados", añadió Berenguer.

Alcanzar los aspectos más afectivos y emocionales de los jóvenes es el objetivo que el investigador se plantea y para ello hay que formar al profesorado, padres, mediadores juveniles y personal sanitario en este tipo de aspectos.

EXCESO DE INFORMACIÓN

También existe la idea de que si entre los 14 y 16 años los jóvenes no han tenido relaciones sexuales deberían empezar a hacerlo y esta concepción se da en un 70 por ciento de los alumnos encuestados, aclaró el ponente, para añadir que el problema es que tienen exceso de información pero muy poca formación. "Saben que se tienen que poner el preservativo pero no lo utilizan porque les han dicho o han visto que hacerlo sin éste es más placentero, o les da vergüenza ir a comprarlo, o incluso existen creencias de que la primera vez no va a pasar nada".

En este sentido, Berenguer señaló que las políticas de intervención no van dirigidas a los intereses reales del alumnado, y que falta esa parte emocional que es la que hay que trabajar. "Lanzar el eslogan de usar métodos anticonceptivos no es suficiente", puntualizó.

Este muestreo se realizó en la provincia de Granada, pero el investigador añadió que en Extremadura y Levante la situación es muy similar a la estudiada. E n el resto de zonas habría que analizar los hábitos y consumos de los jóvenes para elaborar un informe con más profundidad.