Rafa Sanz, ex entrenador del Tenerife Baloncesto y actual responsable deportivo del UB La Palma, no deja a nadie indiferente. No se esconde y dice lo que piensa, aunque en algunas ocasiones se equivoque.

El técnico cordobés tenía todas las papeletas para ser el entrenador del Tenerife y concluyó en La Palma para afrontar un nuevo reto que será, sin duda, duro. Sanz Armada dará mucho que hablar durante la temporada.

¡Qué sorpresa! Cuando todos le veían de nuevo en Tenerife se fue para La Palma.

Mucha gente me veía en el Tenerife y quizás yo mismo por confianza en lo que se me dijo al acabar el año y por las conversaciones que desde final de junio tuve con Elías Bacallado sobre lo que pensaba el presidente y él mismo. Sabía que en una votación en el Consejo mi opción saldría adelante, pero fueron las formas las que me hicieron empezar a perder ilusión por estar en el club. Por inercia hubiera sido el entrenador, pero el fin nunca ha justificado los medios en mi forma de actuar.

¿Cuál fue el motivo de su decisión final?

Que transcurrieran ocho días desde que estaba en Tenerife y el presidente no me llamara. No tenía el coche del club que había usado durante la temporada, el alquiler impagado de mi piso caducaba el sábado 18, el pago de los suministros de la vivienda no estaba al día y me sentí un ocupa. No quise ni pasar por el club para ver al personal, para que no se interpretara como un querer forzar la situación. Pero, transcurridos 50 días desde que concluyó la final a cuatro, pensé que ya estaba bien. Que tres años de esfuerzo merecían otra atención, otras formas, otra posición del presidente hacia mí. Esconderse de otros directivos o de la prensa me pareció el argumento más miserable que podía darme. Yo me desgasté mucho a lo largo del año por los impagos continuados a la plantilla. Esa presión, ese desgaste, sabía que de una forma u otra me lo iban a cobrar. En el fondo el pensamiento de esa gente es que contratarte y pagarte es un favor, no una obligación.

Usted tenía buena relación con los miembros del consejo de administración, me extraña que no hayan hablado con usted en todo este tiempo

Con matices, públicamente siempre he demostrado respeto porque no podía el club seguir en la espiral de descrédito que se generaba desde dentro. Teniendo en cuenta que gente como Juan Méndez, Javi Bello, Manolo Gómez, Hamilton (q.e.p.d.), etc, ya no estaban en el club, el consejo quedó muy reducido, sólo tres quedan desde que entré. Mi relación era educada hacia los nuevos, Cañamero, Yumar y Padrón, que no me conocen, ni yo a ellos, y pienso que apoyarían lo que la corriente de los que estaban propusieran, son gente hacia la que no puedo tener ningún reproche. Elías y el presidente han estado de mi lado en momentos duros y Asier Amador ha ido por detrás diciendo falsedades una tras otra. Esa ha sido mi relación con el consejo, ni más, ni menos. Por lo tanto, me ha defraudado el presidente, del que esperaba, por educación, una llamada.

Hablaba de que usted cree en este proyecto en el que muchos no creen. ¿Sigue creyendo en él?

Sí, otra cosa es que crea en la capacidad gestora, otra cosa es que crea correcto que durante mes y medio el presidente no supiera la deuda de la temporada anterior y mil cosas más que me guardo. La dejación de funciones ha sido norma común en los últimos tiempos. La ausencia de un liderazgo en la organización de un proyecto, de una hoja de ruta, ha lastrado al club a todo esto. Ojalá se levanten, porque la ilusión de la gente merece una gestión mejor.

¿Qué le molesta más que no pueda terminar con el proyecto llevando al equipo a la Liga ACB o que no se hayan dirigido a usted durante tanto tiempo?

Nunca ha habido proyecto para llevar al equipo a la ACB, nunca. Ni estructural, ni económica, ni socialmente. La ACB se ha acariciado en lo deportivo, pero nunca se han puesto las bases en lo demás para lograrlo. Todo han sido huidas hacia delante. Yo he hecho de mi capa un sayo, he intentado convencer a los jugadores y técnicos que el único sentido de estar ahí era el éxito deportivo. No se han puesto las bases para lograrlo. Hemos soñado con conseguirlo e intentado poner las bases. Me voy con un tercer y cuarto puestos, muy por debajo en inversión a los CAI, Bruesa, Valladolid, Lugo, Alicante, Melilla, Lleida, etc, y sin embargo, hemos estado durante dos años en lo más alto. No tengo nada más que orgullo por lo logrado. Y juegos de manos aparte a nivel contable, gastando menos de lo que me asignaron para este curso y hay testigos de ello. Me autorizaron a 1,4 millones de euros y no gastamos ni 1,3, incluyendo todos los jugadores, técnicos, seguridad social, viviendas, etc. Otra cosa es que no se haya generado o que hayan aparecido desfases de otros cursos que se han ido aplazando.

¿Cree que la ejecución del aval por parte de la plantilla ha sido un detonante para que la relación entre técnico y consejo se haya enfriado?

Otra falacia más de las muchas que se han dicho y se han filtrado con mala intención. El presidente nos dijo que estábamos en nuestro derecho de ir al aval, que él lo entendía, que la situación económica era muy mala. Eso lo dijo el 1 de junio delante de toda la plantilla. Durante el año ha habido momentos de más de tres meses de retrasos y nada hemos dicho. Yo pagué 600 euros de mi bolsillo para costear la suplementación de la plantilla de cara al "play-off", compré Gatorade porque la bebida energética estaba caducada y se ha dicho que fui al aval el primero. Mentira. Mi agente esperó una semana a que el club nos pagase, ya en esa primera semana de junio casi todo el mundo había denunciado, lógico y justo y cuando quedaban dos días para que expirase el plazo se presentó mi reclamación, 8 de junio. Es de fascistas utilizar la reclamación del salario de unos trabajadores como arma arrojadiza contra ellos. Sé los dos que han usado eso y su afán y en su pecado van a llevar la penitencia.

¿Cómo ve la situación del Tenerife Baloncesto actualmente y con todo lo que se está diciendo?

Yo ya no estoy. Me fui porque dudaba que durante el año tuviera que luchar solo contra los otros equipos, no veía intención de remar con fuerza todos hacia delante. Me daba asco ver algunas caras, sé que hubiera sido el entrenador, pero no en las condiciones y con el "feeling" que yo creo debe tener la máxima autoridad deportiva de la entidad. La situación va encaminada a una absorción de La Laguna sobre el Tenerife, nos entregaremos con el rabo entre las piernas, cuando nos han dicho que no a un proyecto común veinte veces. Es una irresponsabilidad social que haya dos equipos, a mí me gustaría que hubiera una unión de fuerzas, pero, me temo que iremos entregados a esa causa. Tenemos poco orgullo de club.

Ahora otra vez en el UB La Palma. Cree que las segundas partes son buenas, más aún cuando dejó, antes de marcharse un club consolidado en la LEB Oro?

Hay que luchar porque sea una buena experiencia. Hay quiénes me aconsejaron no cogerlo, no perder un status de entrenador de final a cuatro. Pero, pensé que no iba conmigo esa decisión conservadora y allá voy. Ambiciono, a pesar de la escasez presupuestaria la meta es el "play-off". Miro los nueve equipos que lo han disputado este año, y me da vértigo pensar a quién podemos desbancar, pero, el escenario no será igual y hay que ponerse retos difíciles. Si los objetivos son grandes, la satisfacción por lograrlos será mayor. Nada se ha escrito de los cobardes, si no lo logramos, lo pelearemos, valdrá la pena.

El Tenerife anunció la contratación de Iván Déniz para el banquillo. ¿Qué opinión tiene?

Yo no opino de ese tema. En el club le deben conocer bien, o al menos, eso entendí cuando yo llegué. Espero que le vaya bien, que será buena señal para la entidad.