El gobierno venezolano supeditó ayer la normalización de relaciones con Estados Unidos a que cese lo que consideran injerencia de ese país a través de informes faltos de seriedad y objetividad que utiliza a modo de "chantaje político".

Así lo indicó el Ministerio de Relaciones Exteriores refiriéndose al informe de la Oficina de Contraloría General estadounidense (GAO, por sus siglas en inglés) sobre cooperación con Venezuela en materia de lucha antinarcóticos publicado el 20 de julio de 2009.

El informe del GAO, que es el brazo de investigación del Congreso de EEUU, señaló que han aumentado los embarques de cocaína que pasan por Venezuela, lo cual ha contribuido a la corrupción en el gobierno de Caracas.

"Este, junto a otros informes publicados con regularidad por agencias del gobierno estadounidense, son herramientas de chantaje político que carecen de objetividad científica y seriedad metodológica, cuyo fin es impulsar las pretensiones injerencistas de Washington en el resto del mundo", expresó la Cancillería que argumentó que si Venezuela es un país de tránsito de la droga es porque se encuentra ubicada "entre Colombia y EEUU, principales productor y consumidor del Continente".

En esta línea, enfatizó que "la GAO haría mejor uso del dinero del contribuyente estadounidense, concentrando sus esfuerzos en desmantelar las redes de corrupción internas".