La crisis económica y la "irresponsable y antidemocrática" postura del Gobierno de Canarias "dificultan enormemente la conquista a corto plazo" de la homologación salarial del profesorado no universitario, por lo que no conviene prolongar indefinidamente las medidas de presión que este colectivo mantenía hasta ahora: el trabajo "a reglamento" -limitarse al cumplimiento estricto de sus obligaciones- y la suspensión de actividades extraescolares.

Esa es la opinión de los tres sindicatos que conforman el Comité por la Educación Pública y la Homologación Docente -STEC, FETE-UGT y UCPL-, que ayer acordaron proponer al profesorado la desconvocatoria de estas medidas, cuyo mantenimiento por largo tiempo puede suponer, a su juicio, "un perjuicio para nuestro sistema educativo en absoluto deseable".

Al mismo tiempo, el comité ha anunciado su adhesión al movimiento Otra Educación Pública es Posible, convocante de las manifestaciones contra la reforma de la Formación Profesional y el deterioro del sistema de enseñanza celebradas el pasado jueves en Gran Canaria y Fuerteventura. Esta voluntad de actuar "de manera unitaria" es otra de las razones esgrimidas por los tres sindicatos para retirar el llamamiento a trabajar "a reglamento" y no realizar actividades extraescolares.

Esta decisión "no se contradice en absoluto con nuestra irrenunciable demanda de homologación retributiva, que seguiremos manteniendo por todas las vías a nuestro alcance, en espera de que las condiciones socioeconómicas y políticas posibiliten el diálogo y la negociación sobre los plazos y condiciones para el abono de las cantidades adeudadas al profesorado, por más que nuestros interlocutores se nieguen", advierten STEC, FETE-UGT y UCPL.

La Justicia decidirá

La esperanza de los docentes canarios está ahora depositada en los tribunales, que en las próximas fechas examinarán varias demandas sobre la homologación salarial. Una de ellas, la planteada por CCOO, se verá en enero.

El comité por la homologación sucedió al ya extinto comité de huelga cuando los tres sindicatos citados acordaron abandonar los paros laborales como medio para alcanzar sus objetivos.

Esta decisión no fue compartida por una cuarta organización, EA-Canarias, una de cuyas portavoces, Zenobia Meneses, afirmó ayer que la desconvocatoria de las últimas medidas "puede ser decepcionante para muchos centros que las aplican, sobre todo de Primaria", y recalcó que deben ser las asambleas de trabajadores quienes las acuerden, "y no uno, dos, tres o veinte sindicatos". Meneses recordó que EA ya advirtió de que estas actuaciones por sí solas, sin huelgas o movilizaciones que las reforzaran, terminarían por debilitarse.

reacciones

Alegría pese al "daño" causado

Asociaciones de padres y alumnos reaccionaron ayer con satisfacción al anuncio de los sindicatos, aunque dejaron entrever su preocupación por los efectos que puedan haber causado las medidas de protesta adoptadas durante los últimos meses. Norberto Hernández, presidente de la Confederación de Asociaciones de Padres de Alumnos (Confapa), calificó la noticia de "buena, aunque tardía", al tiempo que alabó la "responsabilidad" del profesorado. Sin embargo, auguró que para corregir el "daño" que se ha infligido a la escuela pública "tendrán que pasar años". Hernández aprovechó para criticar la "orientación política" de la manifestación celebrada el jueves. Por su parte, Pura Toste, de Fitapa, expresó su alegría por que los sindicatos "hayan reflexionado" y celebró la "vuelta a la normalidad". Alberto Álvarez, de la Unión de Estudiantes de Canarias (Udeca), aplaudió la decisión y el hecho de que los alumnos dejen de ser "usados como moneda de cambio".